La Historia del Tohuenyo es una pieza de la literatura erótica nahua, construida a partir de las versiones orales que los naturales del país expusieron sobre ella, luego de la conquista.
La obra se cita de manera regular como un ejemplo de la sensibilidad artística literaria nahua en temas de amor y para mostrar una imagen más humana de los pueblos naturales, no aprisionados en una concepción ética rígida o de un comportamiento "desalmado"
La historia del Tohuenyo, cuenta que un hechicero se transformó en un vendedor de chiles y puso su puesto de venta en la plaza de Tula, frente al palacio en donde residía el señor Huémac (una especie de rey) con su familia; que la hija de Huémac al asomarse a la plaza vio al Tohuenyo quien estaba prácticamente desnudo y al ver su falo ella quedó prendada del vendedor de chiles. Dice el texto en una parte muy ejemplar: "…entonces (la princesa) hija de Huémac se puso en tensión, entró en grande calentura, como sintiéndose pobre del pájaro –miembro viril– del Tohuenyo"
Huémac observó a su hija y supo que la "enfermedad" se debía al Tohuenyo, así que lo mandó traer, sin encontrarlo en una primera búsqueda, pero si en una segunda ocasión; lo llevaron ante su presencia, lo bañaron y vistieron, para luego permitirle que cohabitara con su hija y hacerlo su yerno.
El que Huémac permitiera que su hija viviera con el Tohuenyo, que lo hiciera su yerno, propició que el pueblo se burlara de Huémac al consentir que la princesa se uniera con un simple vendedor de chiles, por lo cual Huémac decidió mandar a la guerra al Tohuenyo y abandonarlo a su suerte, para que muriera y así deshacer el escándalo y la afrenta.
El Tohuenyo fue llevado a la guerra y abandonado a su suerte, pero él se hizo de un ejército de "…enanos…tullidos…corcovados… (literal de la traducción de la historia)" y logró vencer a los enemigos de Huémac.
El Tohuenyo regresó triunfante y entonces fue reconocido como digno yerno de Huémac y esposo de la princesa, con todos los honores del caso.
Traer a cuento la Historia del Tohuenyo en este espacio no es gratuito, primero, para darle a conocer a todas las personas que no sabían la historia o recordarla a aquellas que ya le conocían, y segundo, porque guarda cierta analogía con lo que sucede en la arena electoral de cara al 2018.
Esto se dice porque la persona de Andrés Manuel López Obrador ha sido visto en el contexto de nuestro sistema político nacional como un ajeno, como un extranjero, como un no par (algo similar significa la palabra Tohuenyo); tanto así que a lo largo de los dos procesos electorales presidenciales previos ha ido a la guerra solo, prácticamente, contra el resto del sistema, y perdió.
Pero hoy, su historia guarda una similitud mayor a la historia del Tohuenyo, porque si el Tohuenyo fue abandonado en la guerra y se hizo fuerte con "…enanos…tullidos…corcovados… (literal de la traducción de la historia)" logrando vencer en la lucha; hoy Andrés Manuel López Obrador (AMLO) parece que está formando su ejército electoral para ir a la guerra por la Presidencia, en aspectos pragmáticamente claves, con personas de un aparente minus valor, contra valor o cuestionable valor, cuyos nombres no es ni siquiera necesario precisar, pero que apoyaron a otros candidatos presidenciales, que fueron acusados de malos manejos financieros, de ejercicios gubernativos marcadamente inaceptables (en todos los órdenes), de colaborar con medios de comunicación y televisión alineados, entre muchos otros.
En este nuevo proceso, parece pues que AMLO, como el Tohuenyo sabía que va a la guerra y que, aprendiendo de las lecciones del pasado, se ha decantado por armar su ejército electoral con todo lo que está al alcance (perdone la expresión) también con los despojos partidarios y creaturas políticas y económicas de la más disímbola especie.
Es una decisión riesgosa porque, a querer y no, el pasado y/o el ser de esas creaturas ahora partidarias de AMLO (más que de MORENA) será recordado por los oponentes en todo el proceso electoral y es una variable que puede incidir, en un sentido o en otro, en el voto de los electores, especialmente de los indecisos y esos quizá sean quienes definan la elección.
Así que el nuevo y pragmático ejército electoral del Tohuenyo AMLO, puede jugar en varios sentidos en una guerra electoral por la presidencia que se antoja desalmada.
¿Podrá AMLO, con este nuevo ejército, como si fuera la Historia del Tohuenyo, ahora si ser el consorte de la Presidencia de la República (la princesa en la Historia del Tohuenyo)?
Parece que las probabilidades muestran la posibilidad, no la seguridad de ello; pero se debe entender que gane o pierda AMLO, el punto clave es más bien el control del Congreso, sea para gobernar, sea para equilibrar el gobierno y este es un problema más delicado, porque seguro llegarán académicos de prestigio a las cámaras legislativas, pero también aquellas creaturas, muchas de ellas auténticas figuras de cuentos de terror morenista.
Aún falta, incluso, que otros partidos y grupos, al verse perdidos o relegados a posiciones muy precarias también se unan al ejército electoral morenista.
Es una historia que está por escribirse y solo se quiere terminar con otra enseñanza que deja el Tohuenyo y es que el valor probado en guerra fue un medio de movilidad social para el vendedor de chiles ¿ahora lo será en la política mexicana? ¿Quizá para una mejor política?
