Zamora, Michoacán (MiMorelia.com/RED 113).- Fueron tres días de pesadilla para la familia de Paula Guadalupe Zarate Navarro, de dos años de edad, quien desapareció en el centro de esta ciudad de Zamora durante las celebraciones patrias. Ante el caso, la sociedad y las autoridades mostraron una gran sensibilidad y de esta manera este lunes se consiguió que la pequeñita volviera a los brazos de sus seres queridos. Fue encontrada en una vecindad de Chaparaco.
Todo empezó el viernes 16 del presente mes. Paula había sido llevada por su papá a presenciar el desfile conmemorativo del inicio de la Independencia de México, había una gran cantidad de zamoranos en el festejo y en un momento determinado el hombre perdió de vista a su hija, ella desapareció.
Ante la noticia las redes sociales volcaron, miles de veces fue compartida por los cibernautas la fotografía de la chiquita y el gobierno no se quedó atrás. Ante el caso el procurador de Michoacán, José Martín Godoy Castro, instruyó a su personal a que se aplicara a fondo para dar con el paradero de Paula.
Laboraron arduamente la Fiscalía Especializada en Búsqueda de Personas Desaparecidas y la Fiscalía Regional de Justicia de Zamora, con sus titulares al frente y siempre pendientes del tema: Sandra Perales y Francisco Herrera Franco, respectivamente.
Los cuerpos de rescate se sumaron a la tarea y hubo un enorme trabajo de difusión sobre el asunto. Los policías y los socorristas acudieron todos estos días a los mercados, las colonias, los templos y los eventos públicos para dar información sobre Paula y pedir a la ciudadanía que apoyara en brindar cualquier tipo de dato que llegara a servir para su localización.
De esta manera la tarde de este lunes la menor fue hallada en una vivienda de Chaparaco, una mujer de edad avanzada la tenía con ella, dijo que la encontró mientras caminaba solita por la calle y decidió llevarla a su hogar.
Fuentes policiales comentaron que la ciudadana es una persona que aparentemente sufre de sus facultades mentales y agregaron que la niña está bien de salud, pues siempre fue cuidada por la anciana.
Un mar de gente se reunió en torno a Paulita, mientras que el fiscal regional, Francisco Herrera la cargaba como si fuera su propia hija. No faltaron las lágrimas que rodaron sobre las mejillas de varias caras rudas de policías, militares y también rescatistas, todo mundo se llenó de alegría porque el pequeño angelito fue hallado a salvo y la historia tuvo un final feliz, un importante rayo de sol en el recientemente cielo nublado zamorano.
