Por: Andrea Hernández/@andy_hermar
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 22 por ciento de los casos de suicidio registrados en la entidad 2016 correspondió a jóvenes, y los esfuerzos de las instancias de salud se han encaminado a la atención más que a la prevención.
A decir del jefe de Enseñanzas Médicas del Hospital Psiquiátrico de Morelia, Alejandro Mendoza Amaro, hasta 2014 México estaba catalogado con una tasa baja en incidencia de suicidio con menos de cinco casos por cada cien mil habitantes, pero a partir de ese año la cifra aumentó al segundo nivel, es decir, con una tasa de entre cinco y diez casos por cada cien mil habitantes.
Detalló que si bien existe registro de los casos ocurridos en 2017 aún no se tienen su validación a nivel federal por lo que la información formal más reciente es la de 2016 cuando hubo 168 personas, 145 hombres y 33 mujeres, 40 de ellos de casos de jóvenes de entre 10 y 19 años de edad.
Ante este fenómeno el especialista señaló que "en Michoacán la tendencia de suicidio va al alza y supera los 3.2 casos por cada cien mil habitantes", una incidencia que "difícilmente podrá revertirse a la baja porque "es un tema que a nivel nacional sigue sin tener una directriz y un programa nacional de prevención, cada estado hace lo propio en relación a su necesidad".
Añadió que "los esfuerzos se han focalizado mucho, sin embargo, aunque nos hemos capacitado y ha habido fenómenos emergentes como las listas de retos sociales que surgen en las escuelas, la verdad es que se actúa cuando el individuo tiene esta idea o ha tenido incluso intento de suicidios, pero falta mucha prevención".
En ese sentido refirió que parte del desarrollo de pensamiento o acciones con tendencia suicida surgen por la desatención en los hogares, así como la atención terapéutica a personas que experimentaron la pérdida de un ser querido por suicidio, ya que un caso de este tipo "repercute en el estado de entre cinco y 20 personas del círculo social de la víctima".
Mendoza Amaro subrayó la importancia de no tomar con normalidad las actitudes de los niños y jóvenes con tendencia a padecer ansiedad o depresión; "debemos quitarnos esa idea de la cabeza de que el niño o el joven es así desde hace mucho, o desde chiquito, cuando ocurre un caso de ansiedad o depresión es reacción de situaciones adversas a las que están sometidos de forma permanente".
Los cambios en el comportamiento de los jóvenes y niños es un factor que puede llamar la atención de los padres, aunque no necesariamente refiere tendencias depresivas o suicidas, pero "son una llama de alerta para ser atentos y receptivos como padres".
Al respecto la psicóloga, Glainis Dinora Salgado Castillo, mencionó que las redes sociales y el acceso a la información, muchas veces sin controles parentales, suelen ser un factor de cuidado, toda vez que los contenidos en redes sociales de los jóvenes muchas veces refieren la soledad y atención que demandan y que no expresan con palabras o físicamente.
En el caso de los menores, indicó que hay acciones concretas como el hecho de regalar sus juguetes o posesiones más queridas que refieren una tendencia suicida: "Es para ellos una forma de despedirse, se desprenden de sus juguetes o artículos con los que han desarrollado apego".
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