Una de las temáticas en materia económica más relevantes en la actualidad es la tendencia al alza en el tipo de cambio, principalmente en la paridad peso-dólar, el cual se encuentra rondando los 20.60 pesos, acercándose a la cifra obtenida en enero de 2017, cuando el presidente Donald J. Trump tomó posesión, y se alcanzó un precio de hasta 21.90 pesos por dólar.
Desde una perspectiva macroeconómica, no todo es negativo en esta coyuntura, creo necesario, primeramente, entenderla como un proceso de estabilización del mercado, generado por el reacomodo de los actores tanto a nivel nacional como mundial, donde se gestan también aspectos positivos a rescatar.
En este contexto, la depreciación de la moneda trae beneficios importantes a la exportación, ya que se reciben más recursos por las ventas realizadas en el extranjero, generando mayores ganancias de la misma actividad productiva, por lo que se vuelve necesario incentivar la mejora en la productividad y competitividad de la industria nacional, cuyo mercado se encuentra en el exterior.
Un punto a destacar es que, pese al alza sostenida del precio del dólar, la actividad económica no ha decaído en Michoacán, para muestra, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal publicado por el Inegi, donde se presentó una tasa de crecimiento del 5.19% en el cuarto trimestre de 2017, respecto al cuarto trimestre de 2016. Somos el tercer estado de México con mayor crecimiento en este indicador.
En el ámbito local, ante una atmósfera de incertidumbre surgen preguntas sobre las implicaciones que tienen estos eventos para el ciudadano, por lo que conviene estar informado para no fomentar la especulación. La generación de divisas, es decir, todo ingreso que provenga del exterior y que se reciba en moneda extranjera, es hoy una de las fuentes de recursos más importantes del país y de nuestro estado; entre los sectores que mayormente permiten este tipo de ingreso se encuentran los recibidos a través de remesas, turismo, inversión extranjera directa, manufactura y petróleo.
Michoacán se ubica como el principal receptor de remesas a nivel nacional, con un monto de 732.44 millones de dólares tan sólo en el primer trimestre de 2018, con una tasa de crecimiento del 6.8% respecto al mismo trimestre en 2017; estos recursos que reciben las familias periódicamente también se verán incrementados, gracias al tipo de cambio elevado con que se cuenta actualmente, propiciando un aumento en el poder adquisitivo de las mismas y, por consiguiente, se genera una mayor demanda de productos y servicios, que terminarán por impactar de manera positiva en la actividad económica general del estado, revirtiendo, compensando y aminorando los efectos negativos que la inestabilidad actual pudiese provocar.
Lo anterior en sí es sólo una cara de la moneda; dentro de las múltiples posibilidades que se presentan, los recursos económicos recibidos a través de las remesas pueden ser también potencializados de manera importante a través de proyectos productivos que permitan elevar el nivel de vida de las familias que reciben dichos recursos.
Lo más importante: la Secretaría de Desarrollo Económico cuenta con esquemas y programas que permiten orientar a aquellos que buscan crecer y aprovechar sus recursos invirtiéndolos en una actividad productiva. Búscanos.
Jesús Melgoza Velázquez
Secretario de Desarrollo Económico de Michoacán
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