Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- "La autocrítica en la Cuarta Transformación es necesaria para consolidar un proyecto al servicio del pueblo a fin de que pueda tener éxito y así acabar con la injusticia o la pobreza", consideró el filósofo marxista, Enrique Dussel Ambrosini.
Lo anterior lo señaló el escritor latinoamericano en la conferencia titulada, "La Política de la Liberación en la 4T" que se realizó en el Centro Cultural Universitario (CCU) en la capital michoacana minutos después de las 17:00 horas.
Con un auditorio abarrotado, el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que la política es un gran y noble oficio, pero el poder político en ninguna parte del mundo debe "dominar" como muchos lo aseguran, sino más bien que sea utilizado para obedecer las necesidades de los ciudadanos.
Recordó que la primera gran transformación fue gestada por el Cura Miguel Hidalgo y Costilla, después por el prócer de la Reforma, Benito Juárez, la tercera con la Revolución Mexicana que culminó en el sexenio del priísta Enrique Peña Nieto, y la cuarta, encabezada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pero para que tenga éxito, dijo, no debe servirse del poder para enriquecerse a nombre del Estado sino obedeciendo el mandato del pueblo, es decir, acabar con la corrupción y la desigualdad.
Al auditorio se dieron cita no sólo estudiantes de las licenciaturas de Filosofía, Historia o Letras de la Casa de Hidalgo, sino también adultos mayores acompañados por sus parejas.
Para el historiador y teólogo de origen argentino, el "gran político" se diferencia del político malo cuando tiene autocrítica y reconoce sus errores para después corregirlos, por tanto, el que "tapa la corrupción" y repite lo mismo cada día no contará nunca con legitimidad del pueblo.
"Si un partido no tiene autocrítica está perdido, porque será más fácil corromperse, por eso, estamos en un momento fundamental para tomarse en serio la forma de gobernar y hacer que funcione", dijo.
Dussel Ambrosini recordó el pensamiento de los zapatistas de Chiapas que señala, "hay que mandar obedeciendo", es decir, utilizar el poder para obedecer al pueblo, es decir, escuchar a la persona que se le tiene enfrente para tomar en serio sus demandas o necesidades como la pobreza, la desigualdad, la opresión y la corrupción.
"El pueblo es la sede de la soberanía y no el Estado, pues el ejercicio del poder es el pueblo, quien debe hacer que sean eficaces y éticas para que exista un mejor país", añadió.
En su charla que duró más de dos horas, recordó que en el país se había gestado un "retroceso feroz", pero con la llegada de la Cuarta Transformación de Morena, gracias a la lucha del pueblo; se genera una esperanza en la América Latina, pues muy pocos países están teniendo gobiernos legítimos o democráticos. En este tenor, recordó los autoritarismos en Ecuador, Chile, Brasil y Perú
"México es hoy en día el ejemplo Latinoamericano, es decir, indica el camino internacional hacia la democracia", resaltó.
Insistió en que para tener éxito en la política, se requiere ser autocrítico, honesto y ético, pues de lo contrario será muy fácil "corromperse" y "enriquecerse" a manos llenas antes de escuchar las necesidades de la gente.
Por: Guadalupe Martínez/RMR
