Por: Guadalupe Martínez/@Guadalupemtzo
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El sistema penitenciario de Michoacán se encuentra en el abandono desde hace diez años, lo que ha propiciado una decadente infraestructura en los 11 centros y un "autogobierno" en los Ceresos David Franco Rodríguez y el de Delito de Alto Impacto número 1, en los cuales los presos mantienen el control de las tiendas de abarrotes y el ingreso de sustancias como mariguana y crystal.
El titular del Sistema Penitenciario de Michoacán, Javier Ayala Rodríguez, considera que hace falta mucho para que los reos cuenten con mejores condiciones humanas, pues hoy en día la infraestructura no está en condiciones óptimas, ya que se requiere equipamiento y medicamentos suficientes en los consultorios, colchones en buen estado, impermeabilización, luminarias, así como material en las bibliotecas, cocinas y áreas del comedor.
A decir de Ayala Rodríguez, se requiere una inversión importante para mejorar la infraestructura de las cárceles, pero no dio una cifra, pues dijo que todavía se encuentra en proceso el diagnóstico de cada centro penitenciario; sin embargo, anticipó que tan sólo para la compra de máquinas de rayos X y cámaras de videovigilancia se necesitan más de 22 millones de pesos.
Adelantó que hace más de un mes, cuando fue nombrado titular del Sistema Penitenciario, se compraron cámaras de videovigilancia para los penales de Zitácuaro, Lázaro Cárdenas, Sahuayo y Zamora, los cuales no contaban con una; mientras que para el resto de los centros espera tener el recurso estatal a finales de este año, pues ya solicitó el apoyo al gobernador, Silvano Aureoles Conejo.
El funcionario reconoció que, de los 11 penales de la entidad, en el David Franco Rodríguez y en el de Delito de Alto Impacto número 1 sí hay "autogobierno", pues algunos reos, sobre todo los que tienen más tiempo dentro, mantienen el control de las tiendas de abarrotes, es decir, hacen los inventarios y deciden a quiénes se les venden los productos.
Asimismo, informó que a pesar de las revisiones aleatorias que llevan a cabo los custodios en los 11 centros, aún no se disminuye el ingreso de sustancias ilegales como mariguana y crystal, las cuales son introducidas por sus familiares los días de visita, y al no poder realizar revisiones exhaustivas de sus pertenencias, la incidencia va al alza.
Estas prácticas, dijo el funcionario, se han realizado durante mucho tiempo; por tanto, no es tan fácil erradicarlas, sobre todo por el poco tiempo que tiene como titular del Sistema Penitenciario –desde el pasado 1 de julio–, ya que apenas se elabora un diagnóstico en cada uno de los centros para establecer estrategias y acciones que le permitan evitar los "autogobiernos" y la sobrepoblación, pero la solución no se dará de un "día para otro", aduce.
En este tenor, refirió que la situación se agravó porque las anteriores administraciones no mostraron el interés necesario para que las autoridades tuvieran el control, y no los reclusos. Sin embargo, mencionó que el diagnóstico será permanente hasta lograr que el Sistema Penitenciario de Michoacán sea de los mejores a nivel nacional.
El presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Víctor Serrato Lozano, en varias ocasiones ha señalado que durante las revisiones se constató el "autogobierno" en los centros penitenciarios de Uruapan, Zamora y el Centro de Delitos de Alto Impacto de Morelia. En 2017, en el penal de Zamora, por ejemplo, se generaron dos conatos de violencia porque los internos controlan las llamadas telefónicas hacia el exterior, además de pedir "cuotas" a quienes deseen realizar dicha práctica.
"Ellos pretenden imponer su ley al interior, imponer sus privilegios, cobrar cuotas; todo al interior, para fijar un precio, tanto por colchón como por el agua caliente, y eso lo sabe la autoridad, y debe poner orden; el sistema lo sabe, los directores lo saben, la Comisión lo sabe y ya se han hecho las recomendaciones", expuso Serrato Lozano.
La CEDH otorgó en 2018 al Sistema Penitenciario del estado una calificación de 8.40, mientras que en 2016 y 2017 fue de 8.06.
Las calificaciones por Cereso el año pasado fueron las siguientes: Lázaro Cárdenas (8.53), La Piedad (8.86), Maravatío (8.42), David Franco Rodríguez (8.15), Alta Seguridad para Delito de Alto Impacto No. 1 (7.34), Sahuayo (8.37), Tacámbaro (9.14), Uruapan (8.51), Zamora (8.48) y Zitácuaro (8.23).
El titular del Sistema Penitenciario confirmó que en el penal de Zamora hay sobrepoblación, ya que se tiene capacidad para mil 100 y hay mil 184 reos. Mientras que en el de Alto Impacto, dijo, está en su capacidad, pues el cupo es para mil 600 y hay poco más de mil 500. En los demás no existen problemas de esta naturaleza.
Sin embargo, informó que se corre el riesgo de que el número de reclusos aumente al término de 2019, ya que en los últimos tres meses recibieron a 200 personas por delitos de robo y secuestro. En términos generales, el sistema penitenciario registra cinco mil 212 personas y cuenta con un cupo para ocho mil.
De acuerdo con cifras de la CEDH, en lo que va de este año se han presentado 109 quejas en contra de los penales de Michoacán, cifra menor a la de 2018 y 2017, que fue de 141 casos denunciados por violaciones al derecho a una estancia digna y segura, a la protección de la integridad, a recibir atención médica integral, a la vinculación social del interno, a la visita íntima y a no ser sometido al uso desproporcionado o indebido de la fuerza pública.
En tanto, en 2016 el órgano defensor de los derechos registró 154 quejas.
La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) informó a Publimetro que en la presente administración no se han aplicado recursos para rehabilitar la infraestructura de los centros penitenciarios. Este año, la dependencia tiene en puerta un proyecto relacionado con la mejora del acceso del penal en Lázaro Cárdenas; sin embargo, no hay un monto de inversión porque no ha sido contratada.
Centro Penitenciario David Franco Rodríguez (Morelia) – mil 547 reclusos
Centro Penitenciario de Alta Seguridad para Delito de Alto Impacto Número 1 (Morelia) – 1,152 reclusos
Centro Penitenciario de Zamora – 329 reclusos
Centro Penitenciario Lic. Eduardo Ruiz (Uruapan) – 759 reos
Centro Penitenciario de Maravatío – 85 presos
Centro Penitenciario de La Piedad – 372 reos
Centro Penitenciario Hermanos López Rayón (Zitácuaro) – 285 presos
Centro Penitenciario de Sahuayo – 93 presos
Centro Penitenciario de Lázaro Cárdenas – 253 presos
Centro Penitenciario de Tacámbaro – 124 reos
Centro Penitenciario de Apatzingán – 213 presos
En cuanto a los Ceresos federales en Michoacán, el gobierno de la República se hace cargo del penal número 17, ubicado en Buenavista Tomatlán, con 748 reos y una capacidad para dos mil 520; en este, es preciso señalar que en 2017 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) otorgó una calificación de 7.01, por presentar deficiencias en los servicios de salud, en el personal de custodia, falta de actividades laborales y educativas.
Según notas periodísticas de 2015, tuvo una inversión de cuatro mil millones de pesos.
Aunque en el gobierno de Leonel Godoy Rangel se inauguró el penal de Los Reyes, con una inversión de 203 millones de pesos, para albergar a 589 presos, no es reconocido por el Sistema Penitenciario del estado, debido a que existe un litigio por la posesión del terreno que no se ha podido destrabar para que entre en funciones.
Carolina tiene 23 años de edad, lleva cinco purgando una condena por un delito que –asegura– no cometió, pues los policías le atribuyeron el secuestro de una persona de la tercera edad cuando confirmaron que el celular con el que se realizaban las llamadas telefónicas para pedir el rescate era de su propiedad, sin saber que su hermano mayor estaba al frente de la operación.
La joven, de piel blanca, pero rojiza por estar bajo los rayos del sol, es originaria de Morelia. La acompaña su único hijo, de tres meses, a quien acaricia amorosamente sus manos mientras relata que nunca se imaginó pisar la cárcel, pues en su corta vida no había ni siquiera caído en barandillas, porque siempre se dedicó a ayudar a su madre en las labores domésticas y a sus estudios del nivel básico.
Dijo que cuando ingresó al penal de Delito de Alto Impacto número 1 –donde están todos los secuestradores– "fue un horror, porque debes compartir la celda con cinco personas, sólo cuentas con tres pedazos de papel higiénico, te dan una comida al día, y tienes únicamente cinco minutos para salir al patio a tomar el sol; pero si te portas mal, eres aislada durante ocho días. Aunque nunca tuve reportes de las custodias por generar disturbios, no me sentía cómoda, hasta que me trasladaron al David Franco Rodríguez porque tuve a mi hijo. Aquí es más tranquilo, y te dejan andar con tu chamaco un mes por todos lados".
Carolina dice que su motor para salir de la cárcel es su hijo, a quien todos los días le dice que pronto estará fuera de este edificio para llevarlo al parque, al circo y a la escuela, ya que su objetivo es que el menor concluya una licenciatura.
Sentada en una silla de plástico en lo que llaman "La Palapa", comparte que trabaja en la panadería del Cereso Mil Cumbres, donde gana 700 pesos al mes, con los cuales ayuda a pagar la alimentación y vestimenta de su hijo; sin embargo, dice que "es muy poco dinero; yo quisiera que tuviera una mejor vida, pero espero pronto salir de aquí".
Después de asegurar que los 18 años que lleva en la cárcel no se le han "hecho pesados", porque no es una persona problemática, José Gaspar, de 67 años de edad, presume su fascinación por elaborar cada semana carros de madera que vende en 500 pesos, ya que antes de entrar a prisión se dedicaba con "mucha pasión" al oficio de la carpintería, por ello cuando se enteró que podía formar parte de un taller, inmediatamente eligió el que durante mucho tiempo le dio satisfacciones.
"Muchos dicen que la cárcel es lo peor, pero si te dedicas a hacer algo que en verdad te gusta para pasar el tiempo, no sientes tan feo el encierro. Cuando llegué me sentía muy mal, pero después yo solito me controlé; no como los otros, que reniegan todo el tiempo", resaltó.
El hombre, de ojos azules y cabello cano, porta una playera del equipo de futbol Monarcas. Dice que lo sentenciaron a más de 31 años de cárcel por haber asesinado al amante de su esposa cuando los encontró en su casa, cuando llegó de trabajar. "Nos agarramos, y en medio quedó mi señora, sólo vi que ahí quedó. Salí corriendo para esconderme un año, pero después llegaron los policías y me trajeron aquí", recuerda.
Tiene nueve hijos (siete mujeres y dos varones), y lamenta que la mayoría no vayan a verlo para saber cómo está, pues sólo acuden al penal con la finalidad de pedirle el dinero que obtiene por la venta de los carros de madera.
"Trabajamos para mejorar el Sistema Penitenciario, pero no podemos lograrlo en tan poco tiempo cuando hay un abandono de más de diez años". Javier Ayala Rodríguez
Numeralia:
-11 centros penitenciarios
– 1,300 trabajadores de la Coordinación del Sistema Penitenciario
-608 trabajadores cuentan con el Certificado Único Policial
-7 de los 11 centros penitenciarios tienen certificadas las áreas de cocina y comedor
CA
