Por: Héctor Jiménez/@Hectorjjmm
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Después de tener gran auge en el siglo XX, actualmente sólo quedan entre 10 y 15 cantinas en Morelia, ya que han sufrido los problemas de salud de sus clientes y las prohibiciones legales, les impiden mantenerse abiertas hasta altas horas de la noche.
El señor Denis Saldivia, cliente constante de estos establecimientos, señaló en entrevista que las pocas cantinas que han sobrevivido en Morelia, como El Marle, El Juguete y El Navegante, se ubican en el centro histórico y en las inmediaciones de la Plaza Carrillo, mientras que otras menos conocidas están escondidas en colonias populares.
De acuerdo con el cliente, casi nadie quiere invertir hoy en día en cantinas, porque sus ventas se ven limitadas, pues tienen que cerrar sus puertas antes de medianoche, mientras que los bares y las mezcalerías cuentan con permisos municipales para seguir operando hasta las 2 o 3 de la mañana.
A lo anterior se suma a los problemas de salud relacionados con la diabetes y la presión arterial que están afectando a sus principales clientes: los hombres mayores de 50 años.
"Ahorita se están llenando de escritorcitos y morritos así, pero es mal público para los dueños; no les conviene a las cantinas tener a estos clientes, porque se consumen solamente dos o tres chelas en varias horas y eso no le reditúa a una cantina", explicó el veterano cliente.
En relación con la popular imagen de un letrero que prohibía la entrada a mujeres, menores de edad y uniformados a una cantina, Denis reconoció que si bien estas prohibiciones no siguen vigentes de forma oficial, prácticamente los únicos interesados en asistir a cantinas son los hombres heterosexuales y mayores de edad, lo cual a su vez reduce mucho su mercado y sus ganancias.
La Real Academia Española (RAE) define una cantina como un "establecimiento público que forma parte de una instalación más amplia y en el que se venden bebidas y algunos comestibles". Sin embargo, dentro de la cultura mexicana el concepto es mucho más amplio.
Saldivia explicó que las cantinas sirven alcohol, pero no son bares; sirven comida, pero no son botaneros ni restaurantes; se pueden fomentar los juegos de azar, pero no son clubes de billar ni de dominó; pueden admitirse "ficheras", pero no se espera que no acudan las esposas de los clientes.
"La cantina era el único lugar al que podía ir un hombre del siglo pasado para alejarse de su casa".
Mi abuelo lo hacía, y cuando por salud ya no pudo, lo que hizo fue salirse al mercado a dar vueltas, siempre con la idea de no estar encerrado con la esposa; es como las señoras que se van toda la tarde a rezar", explicó.
Para Denis Saldivia, la posibilidad de que desaparezcan las cantinas implicaría también la pérdida de la imagen del macho borracho del siglo pasado, que bebía por problemas sentimentales y donde su familia no pudiera verlo, rodeado de compadres, rockolas y música de José José.
"La rockola en México creció gracias a la cantina. Mucha gente no tenía dinero para tener un fonógrafo en su casa, y por eso se hizo popular gente como José José y Paquita la del Barrio", expuso Denis.
Y agrega: "La mayoría de los hombres del cine mexicano van a tomar a las cantinas por despecho o desamor, como dice la canción La mesa del rincón, de Los Tigres del Norte, que tiene lugar en una cantina, porque era el único lugar donde los hombres podían llorar".
CA
