Claves para controla los gastos y empezar a ahorrar

El control de gastos te podrá ayudar a reunir dinero extra para emergencias, vacaciones o el ahorro. (foto: Pixabay)
El control de gastos te podrá ayudar a reunir dinero extra para emergencias, vacaciones o el ahorro. (foto: Pixabay)

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com/Redacción).- Tener los suficientes ingresos y no llegar a fin de mes es algo que pasa más a menudo de lo que puedas pensar. Una mala planificación financiera puede llevar a muchos dolores de cabeza y sobrecostes, ya que si difícilmente cubres los gastos menos aún tienes el ahorro suficiente para posibles urgencias o compras imprevistas.

Sea cual sea la situación, tener un presupuesto personal puede evitar muchos inconvenientes. Eso sí, considerar que te llevará tiempo hacerlo, pero los beneficios serán muchos.

Hacer un seguimiento y, sobre todo, tener el control sobre tus finanzas te llevará a disfrutar de muchas ventajas. En este artículo te enseñaremos a cómo puedes estructurar tu presupuesto, así como las claves para controlar tus gastos y una serie de consejos para empezar a ahorrar.

Pasos para elaborar tu presupuesto personal

  1. En una primera columna debes apuntar todos los ingresos que tienes. Incluye todas las partidas de dinero que recibas, ya sean el sueldo, la pensión, o cualquier tipo de prestaciones como rentas de casas que cobres. Los ingresos que recibas de forma anual los tendrás que dividir entre 12 para tener la cantidad mensual que se supone que recibes.
  2. Otra columna es la dedicada a los gastos. Al igual que los ingresos, debes tener en cuenta los gastos fijos mensuales, como son la hipoteca o las facturas, pero también el resto de gastos del día a día y los que son esporádicos. Es imprescindible que apuntes todos los gastos que se dan en 2 o 3 meses. Si ves que tienes muchos, los puedes dividir en categorías para estructurarlos mejor.
  3. Una vez que tengas todos los gastos apuntados, conviene diferenciarlos en 3 grupos que son los fijos, variables y discrecionales. En el grupo de los fijos hay gastos como la renta o la hipoteca, que apenas varían de mes a mes y son de pago obligatorio. Los variables son esos necesarios como la ropa, el transporte o la factura de celular. Pueden reducirse si se hace un uso moderado de ellos. El último grupo son actividades de ocio, cenas en restaurantes o viajes. Se pueden reducir fácilmente y, en caso de necesidad extrema, eliminarlos.
  4. Debes destinar una parte de los ingresos que tienes al ahorro. Se recomienda que sea alrededor de un 10%. Esto servirá para crear un fondo de emergencias que te ayude a estar más tranquilo en el caso que surja algún imprevisto. También pueden servir para otros objetivos como la compra de una casa o prepararse para la jubilación. Mejor situar este importe en el apartado de los gastos fijos para que quede claro que son de pago obligatorio cada mes.
  5. Una vez que tengas toda la información, es el momento de analizar la diferencia que hay entre los ingresos y los gastos. Si los segundos son superiores a los primeros, hay que empezar a tomar medidas para recortar los gastos. Debes identificar cuáles son los de necesidad y los que son reducibles o eliminables.
  6. Revisa y actualiza el presupuesto. Todos los meses debes analizar si estás alcanzado los objetivos. Verás que los primeros meses irán apareciendo nuevos gastos que no habías pensado en ellos, por lo que verás que los recortes no han funcionado cómo esperabas. Lo importante es que no te rindas, porque las planificaciones van para largo y requieren de modificaciones para que funcionen de forma adecuada.

Claves para empezar a controlar tus gastos

Ahora que ya conoces cómo elaborar un presupuesto personal, ha llegado el momento de darte una serie de ideas de cómo poder controlar tus gastos. Esto te ayudará a que los ingresos sean superiores a estos.

  • Si tienes deudas con préstamos personales, evita que éstas sean superiores al 30% de tus ingresos. Debes ser consciente que cualquier deuda puede comprometer a tu presupuesto. Es por eso indispensable que no te sobreendeudes.
  • En el apartado del presupuesto te hemos dejado claro que tienes que apuntar todos los gastos que tengas. Por eso que, si haces retiradas de dinero de cajeros, también contrólalos. Muchas entidades financieras permiten que establezcas un límite de la cantidad de dinero que quieres retirar. Es una buena forma para tener los gastos a raya. Limita también el dinero de las tarjetas bancarias, da igual que sean de crédito o de débito.
  • Revisa detenidamente todas las facturas que tienes y trata de establecer comparaciones con las ofertas que pueden resultar más ventajosas para los suministros. Además, es conveniente asegurarse de que no se han producido gastos duplicados o cobros erróneos en recibos domiciliarios. Los pagos con tarjetas que no recuerdes haber hecho también los tendrás que analizar.
  • Utiliza herramientas o aplicaciones que te pueden ayudar a conocer tus ingresos y gastos. Además, te ayudarán a combatir posibles imprevistos. Hay algunas que se conectan al sistema de los bancos y funcionan automáticamente. De esta manera se sincronizan todos los movimientos y se clasifican sin la necesidad que hagas nada. También pueden registrar tus compras que haces en efectivo. Así puedes tener tu información financiera en un solo sitio, lo que te ahorrará mucho tiempo.
  • Aprovecha cualquier ingreso extraordinario que tengas para liquidar una parte de tus deudas. Y si puedes todas. También es posible que lo utilices para cualquier gran inversión que tengas preparada y sepas que la harás sí o sí en un futuro próximo.

Consejos para ahorrar y no morir en el intento

Ya conoces las principales claves para poder controlar los gastos, ha llegado el momento de conocer cómo puedes empezar a ahorrar. Den por seguro que cuanto más dinero ahorrado tengas, en mejor posición te encontrarás para poder afrontar los gastos fijos y los imprevistos:

  • Por ejemplo, si te desplazas a tu trabajo en tu propio auto, analiza todo el dinero que te gastas en eso, desde la gasolina, el aparcamiento y las posibles multas. Piensa en alternativas que te pueden hacer ahorrar un poco como ir en transporte público o bicicleta. Aunque no te resulte muy cómodo al principio, verás que a la larga tu presupuesto personal lo va a agradecer.
  • Fíjate en las facturas que tienes. Por ejemplo, en las de Internet y del celular. Ahora hay mucha competencia de empresas que prestan estos servicios. Una buena idea es fijarte en las posibles ofertas que hay, ya que puede que haya alguna muy interesante. Otra forma es que tengas el Internet de la casa y el celular en la misma compañía. De esta manera solo vas a recibir una factura para estos dos servicios.
  • Ahorra en los costes de mantenimiento de las cuentas bancarias. Existen muchas cuentas en línea que no cobran comisiones por el mantenimiento. Piensa que no estás atado a ninguna entidad. Tienes que mirar por tu propio interés.
  • No gastes más de lo que necesitas. Esto no significa que tienes que eliminar una comida del día o dejarte de bañar. Por ejemplo, si ves que no tienes dinero, no lo gastes en algo que realmente no necesitas. La idea tampoco es hacerte infeliz. Lo ideal es que elimines todos esos caprichos que realmente no te aportan nada.
  • En casa también es posible ahorrar. Por ejemplo, si te estás cepillando los dientes o te estás afeitando, no mantengas el grifo del agua abierto, ya que es un gasto innecesario. Lo mismo con la luz. Si dejas una habitación y sabes que no vas a volver en un rato, no tiene sentido que la dejes encendida. Verás como el consumo de electricidad se reduce de forma considerable.

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