En Michoacán no existe una cultura de protección de datos personales, por lo que éstos son solicitados de manera indiscriminada para cualquier trámite y en cualquier lugar, circunstancia que empeora cuando los titulares de aquellos los proporcionan sin problema, lo cual advierte el desconocimiento de los riesgos que esto implica.
Esto ocasiona que se haga un mal uso de datos personales y que, en momentos, manifestemos nuestra inconformidad y enojo por encontrar publicados aquellos en sitios no autorizados; o también, como un acontecimiento común, que se hagan llamadas molestas para ofrecer servicios.
Por tanto, lo que se debe conocer es que toda persona puede cancelar y/o oponerse al uso no autorizado de sus datos personales, y que esto es un derecho humano.
En ese orden de ideas, el titular de los datos personales tiene derecho a solicitar la cancelación de sus datos personales de todo archivo, registro, expediente y sistemas, con la finalidad de que los mismos ya no estén en su posesión y dejen de ser utilizados.
Por otro lado, el titular puede oponerse al tratamiento de aquellos o exigir que cese el mismo cuando, por ejemplo, a pesar de ser lícito el tratamiento de los datos, el mismo tenga que cesar para evitar que su persistencia cause un daño o perjuicio al titular.
De esta manera, las personas deben conocer que el trámite para cancelar u oponerse es gratuito y consiste en una solicitud que tendrá que presentarse ante quien tiene los datos personales. Esta solicitud debe tener el nombre del titular de los datos (así como acreditar dicha identidad), el área responsable que trata los datos personales, qué datos se buscan cancelar u oponer y cualquier otro documento que facilite la localización de aquellos.
Asimismo, cuando la persona tenga problemas para cancelar u oponerse a sus datos personales, o se muestre inconforme con la respuesta que derive de la solicitud, puede acudir al Instituto Michoacano de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales IMAIP (teléfono 3123806), con la finalidad de que se inicie un procedimiento contra la autoridad que tiene los datos personales.
Debe recordarse que toda autoridad que maneje datos personales debe observar los principios de licitud, finalidad, lealtad, consentimiento, calidad, proporcionalidad, información y responsabilidad en el tratamiento de datos personales, y también todo tratamiento deberá estar justificado por finalidades concretas, lícitas, explícitas y legítimas, por lo que no hay cabida al mal uso de aquellos, porque esto puede generar daños irreparables en la persona titular de los mismos.
