Morelia, Michoacán (Boletín).- La corrupción se ha convertido en una práctica "normal" no solo entre la clase política sino entre los ciudadanos y tiene consecuencias tan graves que ponen en riesgo la vida de las personas señalaron las integrantes del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, Elizabeth Vázquez Bernal y Elvia Higuera Pérez.
Elvia Higuera explicó que, por ejemplo obras inconclusas o en mal estado han provocado muertes por derrumbes o accidentes en México y en el mundo; o que la falta de medicamentos o personal médico adecuado ponen en riesgo la salud de los usuarios de los sistemas públicos de salud.
"La peor consecuencia de la corrupción es la muerte; sin embargo, no es la única" aclaró al señalar que las deficiencias en la educación y hasta la nula garantía del derecho a un medio ambiente sano son algunos de los muchos efectos de la práctica de la corrupción.
Por su parte, Elizabeth Vázquez Bernal, indicó que la corrupción es una práctica que se ha normalizado no solo entre la clase política, sino también en la relación entre los ciudadanos y los funcionarios de ventanilla.
"Cuando el funcionario nos propone un soborno, es corrupción; pero cuando nosotros sugerimos el soborno para agilizar el trámite, no nos consideramos corruptos, aunque el acto es el mismo", señaló la comisionada.
Por ello, consideró que es necesario construir una cultura ciudadana anticorrupción no solo evitando caer en este tipo de prácticas, sino fomentando el uso y ejercicio de nuestros derechos.
Destacó el derecho de acceso a la información como aquel que permite el empoderamiento ciudadano y que, por consecuencia, debe formar parte de la agenda de gobierno en cualquiera de los tres niveles.
En el marco de la presentación de los resultados de la evaluación que el Colectivo Ciudadanos por Municipios Transparentes (CIMTRA) y el Observatorio Regional Zamora hicieron sobre los cuatro ayuntamientos michoacanos que fueron parte de la muestra de esta primera evaluación de 2019.
PO
