Crédito, herramienta para prosperar

Crédito, herramienta para prosperar

Bajo la premisa indulgente de "disfrute hoy, pague mañana", el crédito enfocado al consumo es una práctica que muchos utilizamos sin detenernos a reflexionar.

Como seguimiento al tema del ahorro y sus beneficios, en esta ocasión les hablaré de lo que pareciera opuesto: el crédito.

Para comprender mejor el concepto, remontémonos a su origen. La palabra "crédito" proviene de una etimología que significa "cosa confiada", que actualmente se traduciría a la "confianza" que una institución bancaria (acreedor) decide otorgarle a un individuo (deudor) al hacer un préstamo.

En lo que se refiere al crédito, la confianza no aplica en el sentido estricto de la palabra, ya que ésta tiene un costo que se define por dos factores principales: el historial crediticio y la capacidad de pago.

El historial crediticio se construye a partir de variables como el ingreso, estabilidad laboral, morosidad (retrasos en pagos pasados), otros préstamos, entre otras, mientras que la capacidad de pago engloba dos cosas: planeación y responsabilidad.

En el tema del crédito es necesario entender la planeación como una herramienta a la hora de hacer uso de las tarjetas, ya que este producto, al ser el más accesible, se convierte en el más utilizado.

La recomendación principal para el uso de la tarjeta de crédito es limitarse a utilizarla en compras de bienes fijos (refrigeradores, estufas, lavadoras, etcétera) y evitar, en la medida de lo posible, su uso en bienes perecederos o de corto plazo, valorando el principio de disminuir deudas y no incrementarlas.

La tasa de interés es un factor importantísimo en este tema. La tasa es el "costo del dinero" calculado con base en factores que cada banco establece. Si un deudor es responsable en sus compras con crédito, puede ser capaz de solventar esa deuda en el plazo establecido.

El detalle en este escenario es cuando se usa la tarjeta de crédito para compra de bienes perecederos a corto plazo, equiparados a los gastos hormiga de los que ya hemos hablado; existe, entonces, una alta probabilidad de que a final de mes, cuando llegue el "corte" de la tarjeta, no se pueda cumplir con la obligación o alcance sólo para pagar el mínimo requerido, lo que puede convertirse, eventualmente, en un gran problema, pues aunque te permite mantenerte alejado del famoso Buró de Crédito, se alarga el periodo de pago.

En este sentido, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda recurrir al pago mínimo sólo en casos de emergencia, cuando las deudas son muy elevadas y te impidan pagar más, pero nunca sin dejar de lado el interés anual que conlleva mantener el crédito vigente.

Cuando se dificulta cumplir con el mínimo a pagar surge el efecto del Costo Anual Total (CAT), el cual, en palabras del Banco de México, "incorpora todos los costos y gastos inherentes al crédito que son exigidos al acreditado"; este CAT se puede explicar de manera sencilla con el siguiente ejemplo: si se obtiene un crédito de 100,000.00 pesos y se tiene un CAT de 70.0% y el deudor incurre cada mes en pagos realizados después de la fecha límite, al final del año habrá pagado un total de 70,000.00 pesos solamente en intereses y costos financieros del crédito, ubicándose cada vez más lejos la fecha final para saldar el préstamo solicitado.

Lo más importante: si tu plan es adquirir un departamento, casa o hipotecar tu actual vivienda, solicita un crédito a plazos fijos, así obtendrás una mayor certidumbre en sus pagos que con plazos variables. Los últimos montos a abonar de los plazos fijos serán mayores, pero nunca cambiarán; por otro lado, si acuerdan a plazos variables, estos cambios en las tasas de interés modificarán tus pagos de manera constante.

Jesús Melgoza Velázquez

Secretario de Desarrollo Económico de Michoacán

Tendamos puentes de comunicación. Sígueme en redes sociales

Facebook: @JesusMelgozaV

Twitter: @jesus_melgozav

Related Stories

No stories found.
logo
Mi Morelia.com
mimorelia.com