De regreso a la escuela, de vuelta a los buenos hábitos

De regreso a la escuela, de vuelta a los buenos hábitos

Se acabaron las vacaciones y con ellas se fueron los permisos de comer helados o dulces a horarios no acostumbrados; se fueron también las comidas sin límite que había en los hoteles en los que vacacionamos; se acabaron las comidas rápidas fuera de casa, pues muchas veces lo que menos queremos en vacaciones es meternos a la cocina, pues con los niños en casa a veces no nos quedaba ni tiempo.

Ahora que es momento de regresar a la rutina diaria y volver a la normalidad, con horarios de escuela y tareas que cumplir, es momento de regresar a los buenos hábitos alimenticios en casa también. Entonces, llega la hora de la comida y, como papás, volvemos también a la rutina de pelear con nuestros hijos para que coman verduras, terminen todo el plato y no se queden toda la tarde sentados frente a una sopa fría o castigados.

Cuando convertimos la hora de la comida en un momento de estrés, lo que menos podemos y queremos hacer es comer, y los niños, en lugar de relacionar la comida que les presentas como algo saludable, empiezan a identificarla inconscientemente con un detonador de emociones negativas que harán que la hora de la comida se convierta en una batalla diaria en donde tú, como mamá o papá, eres la bruja o el malo del cuento.

Así es que ahora que volvimos a la rutina es importante empezar a implementar nuevas estrategias para tener resultados diferentes, ser muy pacientes y perseverantes, para entonces formar buenos hábitos de alimentación en nuestros hijos:

1.- Empieza por disminuir en gran medida la cantidad de azúcar y comida procesada que tu hijo come durante el día (barritas comerciales de cereal o granola, galletas, lechitas de cajita con sabor, juguitos de frutas en bote, aguas naturales con sabores, etcétera), pues a la hora de la comida lo que el cerebro de tu hijo está esperando es más de lo mismo, ya que el alto consumo de estos productos se convierte en una adicción, y para alguien adicto al azúcar, a los colorantes y a los conservadores, jamás serán atractivas la verduras, porque su paladar, al estar alterado, no puede disfrutarlas.

2.- Cada vez que puedas involucra a tu hijo en la cocina. Cuando un niño participa y tiene la oportunidad de cocinar, conocer texturas, colores, olores, es mucho más fácil que quiera probar las cosas y las disfrute a la hora de comer.

3.- Infórmate sobre los beneficios y propiedades de las verduras, así como de los contras de la comida chatarra. Esta es una información vital que puedes ir compartiendo con tus hijos según su edad. Formar niños conscientes en su alimentación requiere darles las herramientas para poder elegir qué es lo que quieren darle a su cuerpo y para qué les sirve comerlo, así como el daño que causa en su cuerpo llenarlo de comida chatarra.

4.-Enséñale con el ejemplo. No puedes formar buenos hábitos de alimentación en tus hijos si tú no los tienes o no los disfrutas. Involucrar verduras en diferentes presentaciones en tu plato y empezar a disfrutarlas mientras comes en familia, hará que tus hijos te imiten y crezcan con ese hábito, aunque de pequeños nos cueste que lo hagan.

5.- Pon reglas para la hora de la comida, preséntale opciones de verduras que él pueda escoger para que no sienta que es una imposición.
Ejemplo. Un plato con 5 diferentes tipos de verduras al vapor. La regla es que escoja 2 o 3 opciones.

Cuando tu hijo empieza a disfrutar más de 2 o 3 verduras ya estás del otro lado, pues poco a poco le va a ir entrando la curiosidad de probar nuevas y habrás formado un hábito para siempre, esto se verá reflejado en su desarrollo tanto físico como mental, y su rendimiento académico mejorará notablemente.

Si tienes alguna duda sobre cómo mejorar tus hábitos de alimentación en familia, contáctame en mi correo: esquivelmariaisabel@yahoo.com y sígueme en mi Facebook: Trofología y Alimentación Consciente.

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