Morelia, Michoacán (MiMorelia.com/Redacción).- A través de las redes sociales llegó hasta la redacción de MiMorelia.com una denuncia por pesca furtiva y sin sentido alguno de tiburones martillo en costas de Michoacán.
De acuerdo con los datos que proporcionan, muchos pescadores sacan del mar estos escualos para simplemente dejarlos podrir en la arena, "ya que en muchas ocasiones no saben ni cómo prepararlos para el consumo humano".
Asimismo señalan que estas actividades ocurren a menudo en las playas de Caleta de Campos, Caletilla, La Soledad, Las Peñas y Playa Azul.
"Otros lancheros saben cómo prepararlos, lo que hacen es cortarles la cabeza, sacar los órganos internos y curar el resto del cuerpo del tiburón, platillo al que denominan cazón y que se llega a vender en algunas "enramadas", aunque en su mayoría lo dejan para consumo personal", agrega el denunciante.
Cabe señalar que varias de las subespecies del tiburón martillo se encuentran en peligro de extinción debido a la pesca furtiva y en otros casos por la pesca para obtención de sus aletas, para hacer la famosa "sopa de aleta de tiburón", considerada afrodisíaca.
De acuerdo con diversos estudios, el tiburón martillo se reproduce una vez al año y la costa de Michoacán es una de las áreas más importantes para el refugio y crianza de las crias, principalmente cerca del Río Nexpa.
"Las pesquerías que se dedican a la captura de elasmobranquios han presentado una expansión muy acelerada en las tres últimas décadas y con esto una explotación no regulada por la falta de estudios biológico-pesqueros de las especies de tiburón. Esta pesquería muestra disminución del volumen y del tamaño promedio en las capturas en un período de tiempo muy corto, debido a la vulnerabilidad del tiburón, al poseer un bajo potencial reproductivo, una lenta tasa de crecimiento, una madurez sexual tardía y una fuerte densodependencia demográfica" (Anderson, 1990; Castillo, 1990 y 1992; Dayton, 1991; Bonfil, 1994; Anislado, 1995), señala el estudio.
