Si bien cada vez hay más universidades disponibles para que los estudiantes cursen una licenciatura, la realidad es que los papás se van a gastar una lana. Aquellos que son previsores, empiezan a ahorrar dicha lana desde que los hijos son niños para que, cuando lleguen a la edad de elegir carrera, si no toda, al menos una parte de lo que ocupan ya lo tengan ahorrado.
Si bien muchos lo que hacen es simplemente tener una cuenta de ahorro con el objetivo de juntar cierta cantidad el problema con hacerlo de esa manera es que, si algo pasa, la lana ya no se juntará.
Aquí en México existen principalmente 2 tipos de instrumentos para realizar un ahorro para la educación universitaria: Los Fideicomisos y los Seguros Educativos. Si bien podrías pensar que son cosas muy parecidas, la verdad es que funcionan muy diferente y te lo explico.
FIDEICOMISO EDUCATIVO: Se trata de un contrato que firmas o con una empresa administradora de fondos educativos o directamente con la universidad en la que te gustaría que tu hijo asistiera. El principal objetivo es que pagues, ahorita que es más barato y estás más joven, el equivalente a las colegiaturas que tendrás que pagar después. Ese ahorro te generará intereses y la cantidad total la recibirás cuando el niño cumpla los 18 años. Al ser un fideicomiso, el dinero está resguardado y administrado por una institución fiduciaria, que generalmente es un banco. El periodo de aportaciones es de 5 años y estará generando intereses durante los años que pasen hasta que el estudiante lo ocupe para entrar a la universidad. Al ser un fideicomiso especializado en la educación, las ganancias no pagarán impuestos según el artículo 90 de la Ley del ISR.
SEGURO EDUCATIVO: Se trata de una póliza que contratas con una aseguradora donde realizarás aportaciones para juntar la cantidad que tú quieras. A diferencia del fideicomiso, las aportaciones las realizarás durante todos los años que le falten al niño para cumplir los 18 lo que implica que los pagos anuales serán menores pero por más tiempo. Una ventaja es que, si algo le pasa al papá o a la mamá que está haciendo el ahorro, el seguro completa la lana que hacía falta, la guarda y se la entregará al estudiante en cuanto cumpla la mayoría de edad. Adicionalmente, mientras ese tiempo llega, si el padre de familia falleció, recibirán una indemnización por la muerte aparte del dinero específico para la universidad.
Si me lo preguntas, creo que el seguro educativo es un producto mucho más completo y con más ventajas que el fideicomiso por las siguientes razones:
Si tienes hijos pequeños y te gustaría comenzar un ahorro para su universidad asesórate y explora los seguros educativos; te darás cuenta que si empiezas pronto, el importe a aportar será pequeño y ni lo sentirás pero la tranquilidad que tendrás de que, sin importar lo que pase en los próximos años, tu hijo tendrá asegurada su educación no tiene precio. Si tienes mayor interés en conocer al respecto yo mismo te explico, solamente échame un grito y platicamos.
Si tienes alguna duda específica que quieras resolver o tema que quieras que platique en este espacio pregúntame en mi correo inteligenciaenfinanzas@gmail.com, a mi twitter @RockBrokers o en www.facebook.com/rockbrokers/
rmr