La primera etapa para la renovación de la presidencia de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Michoacán ha concluido en tiempo y forma, en donde se registraron 27 personas que aspiran a ser el defensor de los derechos humanos de las y los michoacanos. Esta primera etapa de renovación ha dejado boquiabierto a gran parte del pueblo michoacano.
Una vez que se obtuvo acceso a la información sobre cuántos y quiénes eran los aspirantes para ser el nuevo ombudsman, los medios de comunicación locales empezaron a realizar una tarea formidable en pro de los michoacanos, en lo referente a difundir información sobre quién era cada uno de los aspirantes, en donde señalaban su preparación académica, trayectoria laboral y política, así como su contribución con la sociedad en el tema de los derechos humanos. Es aquí donde el Congreso deberá poner mucha atención sobre la información que los medios difundan y realizar, asimismo, una tarea extra, en donde corrobore la información que en próximos días pueda ir difundiéndose en los medios para elegir al idóneo ombudsman.
Los michoacanos nos preguntamos si el Congreso cuenta con la madurez para realmente elegir un ombudsman ciudadano, ya que entre los aspirantes identificamos estos grupos: académicos y los de carrera política. El nuevo ombudsman será un ¿académico? ¿Los eternos funcionarios de la Comisión?, o los ¿de carrera política? Ante estas interrogantes, quien deberá ganar, sobre todo, es el pueblo michoacano. Pero para que esto se logre, el Congreso no deberá caer bajo la presión de los intereses políticos que puedan surgir de los grupos políticos o de interés, puesto que basta analizar que entre algunos aspirantes existe el manto de algún color político que, a toda costa, buscará cobijarlo para que llegue a ser el nuevo ombudsman en Michoacán. El Congreso del Estado debe evitar la trampa de seguir con el mismo esquema y empezar un resultado diferente, ya que es tiempo de un verdadero cambio.
Apostar por un perfil académico con conocimiento, experiencia comprobada y sensibilidad, sería marcar un nuevo paradigma en la protección de los derechos humanos en Michoacán. Por ello es que he apostado por aspirar a ser el nuevo ombudsman, respaldado de mi perfil, pues Michoacán necesita un ombudsman que conozca de los derechos Humanos, que deje de lado la simulación y el discurso vacío, y que en realidad trabaje para la sociedad. Se debe enaltecer la institución de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, apostando por la academia.
El Congreso del Estado debe evitar el sistema de refritos, de reciclaje, de personalidades que ya demostraron sus incapacidades durante su participación en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos o en otras instituciones.
Pareciera que a la actual administración de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, encabezada por el aún presidente Víctor Manuel Serrato Lozano, no le fueron suficientes 4 años para hacer su trabajo sobre el respeto y difusión de los derechos humanos en Michoacán. Tal vez ahora quieren hacer las cosas bien o se resisten a salir de dicha institución sin importarles el bienestar de la sociedad, pues la actual crisis que hay en materia de derechos humanos en Michoacán se debe a ellos.
Entre quienes han formado parte de la actual administración de la CEDH podemos encontrar los siguientes nombres: Marco Antonio Tinoco Álvarez, Froylán Melesio Vázquez Aragón, Ángel Botello Ortiz, Víctor Villanueva Hernández, Laura Elizabeth Sosa Zaragoza, Jesús Antelmo Esparza Verduzco, Guillermo Arteaga Torres Lorenzo Corro Díaz (éste no labora actualmente en la administración de Víctor Serrato), Gerardo Andrés Herrera Pérez, este último es quien, de alguna manera, ha entablado un serio compromiso por los derechos humanos de los michoacanos desde el enfoque institucional, como activista y desde la postura política.
El poder político se ha hecho presencia en el proceso de renovación de ombudsman, donde podemos observar diversos perfiles que en su momento fueron cobijados por el manto de algún color político, y que hoy regresan a escena buscando interés en proteger los derechos humanos de los michoacanos. ¿En realidad les interesara el tema de los derechos humanos o solamente utilizan esta prestigiada institución como trampolín político?
Pareciera que sí se utiliza a la CEDH como un trampolín político, basta analizar las declaraciones que ha dado el actual ombudsman sobre sus intereses políticos a futuro.
Queda poco tiempo para saber quién será el nuevo ombudsman en Michoacán; por ello, como sociedad debemos estar atentos a toda actuación que realice el Congreso, ya que ahora solamente compete a ellos decidir quién será el nuevo defensor de los derechos humanos.
Los legisladores son la voz del pueblo; por ello, lo que necesita el pueblo michoacano es un defensor de derechos humanos que tenga ganas de salir de esas crisis que hay en materia de derechos humanos. Por ello hacemos un atento llamado a los legisladores, para que realicen un trabajo impecable para la elección del nuevo ombudsman. Los derechos humanos no pueden ser politizados, ni la Comisión Estatal de los Derechos Humanos puede ser un trampolín político.
