El turismo espacial, ¿qué tan lejos se encuentra?

No tener fobias a lugares confinados, ni miedo a volar, así como estar dispuestos a tomar riesgos, recomendaciones para visitar el espacio (Imagen: Conacyt)
No tener fobias a lugares confinados, ni miedo a volar, así como estar dispuestos a tomar riesgos, recomendaciones para visitar el espacio (Imagen: Conacyt)

Ciudad de México (MiMorelia.com).- Viajar al espacio es un sueño para muchos terrícolas. No es tan fácil, pues relativamente son pocos quienes han traspasado la atmósfera del planeta azul, de manera particular, astronautas entrenados para tales misiones.

Dos son los principales factores: El costo económico, tasado en millones de dólares, y los problemas de salud derivados de la microgravedad, ante lo cual quienes tengan problemas cardiacos, por ejemplo, corren el riesgo de perder la vida en una de esas travesías.

Siete personas, sin ser astronautas, han viajado desde el año 2001 a la Estación Espacial Internacional, previo chequeo médico y erogación de entre 20 y 47 millones de dólares. Resultan los pioneros del llamado turismo espacial, una actividad en la cual ya trabajan varias compañías privadas.

Por ejemplo Blue Origin, cuyo presidente Rob Meyerson detalló sus planes de iniciar a finales del próximo año pruebas tripuladas con astronautas entrenados y experimentados, para en algún momento del 2018 llevar al espacio a cualquier persona que así lo desee y pueda pagar el precio, aún no revelado.

Otra es Virgin Galactic, quien cuenta con al menos 950 interesados en aportar una cuota de más de 250 mil dólares por su lugar en un vuelo suborbital -a más de 100 kilómetros de altitud- de apenas cuatro minutos de duración, expresó el científico mexicano Melchor Joaquín Antuñano Bustamante, director del Instituto Civil de Medicina Aeroespacial (CAMI, por sus siglas en inglés), de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos.

El investigador estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se especializó en Medicina Aeroespacial por la Universidad Estatal Wright, en Ohio, de la Unión Americana. Es ex presidente de la Asociación de Medicina Aeroespacial estadounidense, por lo cual sabe de lo que habla.

De entrada su recomendación a los futuros turistas espaciales, es: "Que no tenga fobias a estar en un lugar confinado, que no tenga miedo a volar, que tenga una expectativa diferente de qué es lo que va a experimentar en el espacio. Tiene que ser alguien que está dispuesto a tomar riesgos, porque no es como volar en un avión de aerolínea. Hay riesgos desconocidos, la experiencia que hemos tenido en el espacio es con gente relativamente sana, no con gente con problemas médicos serios".

En entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Antuñano Bustamante refirió que las encuestas realizadas a nivel mundo reflejan como las principales razones para viajar al espacio: ver la Tierra y la Luna desde esas latitudes, y "flotar en microgravedad".

Sin embargo, como los humanos no están diseñados para estar en el espacio, sostuvo el especialista, se requiere el consentimiento y aceptar los riesgos a la salud por parte de los interesados en vivir una experiencia de ese tipo.

"Normalmente 60 por ciento del volumen de sangre en una persona está del ombligo hacia abajo, pero con la falta de gravedad sube. Si esta persona ya tiene un padecimiento cardiaco, probablemente su corazón no lo pueda manejar y podría causar un infarto. No queremos que la gente tenga problemas serios médicos en vuelo, que puedan resultar en su muerte, en su incapacitación ya sea temporal o permanente, o que puedan resultar en lesiones permanentes", afirmó.

Asimismo, señaló que para ello se deben tomar en cuenta condiciones como la aceleración del vehículo, la presión barométrica disminuida, la exposición a radiación cósmica, principalmente en vuelos orbitales, y la exposición a la microgravedad.

Otro aspecto, subrayó, es la farmacodinámica, pues debido a la falta de gravedad, la absorción de medicamentos en el espacio no es igual, sobre todo en caso de los de vía oral.

No obstante, adelantó que una posible solución a estos riesgos podría ser la manipulación genética del humano, a fin de hacer más adaptable el cuerpo en situaciones de estrés espacial.

"No fuimos diseñados para estar en el espacio… hasta hoy. Podría uno cambiar la información genética de una persona para que los efectos de la exposición a la microgravedad, como la pérdida muscular y ósea, no ocurran", enfatizó.

Una posible solución para evitar problemas médicos podría ser la manipulación genética del humano, dijo Antuñano Bustamante (Foto: Conacyt)
Una posible solución para evitar problemas médicos podría ser la manipulación genética del humano, dijo Antuñano Bustamante (Foto: Conacyt)

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