Estados Unidos (MiMorelia.com).- El segundo más grande atentado terrorista en Estados Unidos, ocurrido en Orlando, Florida, dejó la cifra de 50 muertos, cuatro de ellos mexicanos.
Entre las víctimas connacionales se encuentra Joél Rayón, joven veracruzano que habría partido hacia Estados Unidos para poder trabajar y ganar dinero suficiente para mandar a su familia. Su madre cuenta que le costaba mucho ganar lo suficiente y que por eso prefirió irse a tener una mejor oportunidad.
El mexicano estaba en los baños del centro nocturno Pulse la noche en que Omar Mateen entró y asesinó a 50 personas. Su madre se enteró del asesinato de su hijo a la mañana siguiente.
Lo último que el mexicano de 32 años le dijo a su madre fue lo siguiente:
"No te preocupes por nosotros, cuídate tú también allá que nosotros nos cuidamos acá", señaló a su madre sin saber que serían sus últimas palabras días antes de recibir los impactos del rifle AR-15 del terrorista Mateen, quien también murió en el lugar.
Familiares y amigos lo recuerdan como un gran bailador y una persona increíblemente amable. Su muerte se suma a la de otros tres mexicanos que se encontraban esa noche en el bar de Orlando, en el que es ahora el segundo a tentado terrorista más grande de Estados Unidos.
