Por: Ariana Castellanos
Brasil (MiMorelia.com).- Luego del voráz incendio que consumió casi en su totalidad el Museo Nacional de Río de Janeiro, son cuantiosas las pérdidas en materia de cultura e historia, así lo señaló el presidente brasileño Michel Temer.
Aquí te presentamos algunos de los objetos más valiosos que se perdieron tras el incendio de ayer domingo.
Fósil de Luzia
Se trata del cráneo y los huesos de una mujer que vivió hace más de 11 mil años, murió a la edad de 25 años y es el más antiguo de Brasil. Era considerado como una de las piezas de mayor valor arqueológico. Los restos fueron descubiertos en la década de los 70's.
Momias egipcias
Este museo tenía una de las colecciones egipcias más importantes de América Latina, entre niños, adultos y animales. La mayor parte de esta colección fue adquirida por el emperador Pedro 1, en 1826, apenas cuatro años después de la independencia de Brasil.
Fósiles de Dinosaurios
En su haber, el museo tenía más de 56 mil ejemplares de una colección paleontológica. Una de las grandes atracciones era la réplica de El Maxakalisaurus topai, un herbívoro de nueve toneladas de peso y 13 metros de longitud.
Piezas indígenas del Brasil
Además había una enorme cantidad de piezas que pertenecieron a las distintas culturas que habitaron y aún viven en el país sudamericano.
Arqueología mundial
Los visitantes también podían encontrar esculturas de la Antigua Grecia, objetos de las ciudades italianas de Pompeya y Herculano y que estaban en Brasil desde el año 1843.
Meteoritos
El meteorito de Bendegó, es el de mayor dimensión, cayó en Brasil y fue encontrado en 1784, pesaba 5.36 toneladas. Se ha informado que quedó intacto.
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Algo de historia
El inmueble comenzó como el Palacio de Sao Cristovao, un palacio real que fue residencia de reyes y emperadores.
Para 1818 el rey de Portugal, Juan VI, fundó el Museo Real, con la intención de fomentar la investigación científica en Brasil. Fue en 1898 que se convirtió en el Museo Nacional y fue asentado en lo que se conoce actualmente.
Se encuentra en la Quinta Boa Vista de Río de Janeiro y es administrado por la Universidad Federal de Rio de Janeiro.
Con información de Agencias