Desde el año 2015, el Sistema Nacional de Seguridad Pública inició con el registro de los feminicidios en México, tomando como su definición el hecho de asesinar a una mujer como crimen de odio, por el solo hecho de ser mujer, por razones de género. Desde ese año a la fecha, estos números no han ido a la baja, por el contrario, siguen al alza.
Y es que en los primeros dos meses de este año, ya se rompieron todos los récords de feminicidios, con 147 muertes, incluyendo Michoacán, por lo cual se convierte ya en el año más violento en ese aspecto, cifras que se traducen a que 2.6 mujeres son asesinadas al día, ubicándolas en el término de feminicidio, cifras terribles, que deberían de dar vergüenza tanto a las autoridades como a nosotros como sociedad.
Pero eso no es todo, no es un tema solo de Morelia, de Michoacán, sino de todo un país; porque de acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género, de América Latina y el Caribe, nuestro país es el segundo lugar en cantidad de asesinatos por razones de género de 19 países latinos, solo debajo de Brasil, seguidos muy por debajo por El Salvador, Argentina, Honduras y Guatemala.
No podemos culpar solamente a la clase política, porque ya nos han gobernado en lo federal PRI, PAN y ahora la izquierda de Morena, y las cosas siguen de mal en peor. Debemos empezar en casa; la educación en el hogar, dejar atrás esos estúpidos clichés de que la mujer debe servir al hombre, del machismo, de una sociedad que agrede a la mujer; se deben superar los hechos de que si una mujer sale con varias personas "es una puta", y si un hombre hace lo mismo, es todo un "don Juan".
Simplemente no pude dar crédito cuando el ex futbolista de Monarcas Morelia Omar Trujillo, uno de mis jugadores favoritos de esa época, declaraba "las mujeres deben estar en su casa antes de las 12 de la noche, por su seguridad". Increíble. O lo que el cantante Enrique Guzmán declaró en el año 2018: "Las mujeres tienen la culpa de que las acosen sexualmente, por esos escotes, ¿pa' qué provocan? Y luego se quejan". ¡Uf!, caray, esa mentalidad troglodita, del cuaternario, aún existe, no se ha erradicado y nos falta mucho por hacer.
No se puede generalizar, hay muchas familias que han avanzado en ese aspecto y que la equidad, el respeto y los valores, se practican cada día, pero son muy pocas, porque aún hay muchas comunidades, sobre todo las rurales, las alejadas, donde continúa habiendo actitudes machistas, violencia y hasta discriminación contra la mujer.
Sin embargo, los gobiernos, efectivamente, han fallado en ese renglón; la omisión, la falta de capacidad, ese afán de "maquillar" las cifras de los feminicidios, ha sido vergonzoso y hasta cobarde. No se han implementado esas políticas públicas eficientes, sobre todo de prevención, para evitar que una agresión hacia una mujer termine en un asesinato de odio.
Si a todo lo anterior le sumamos organismos que no dan resultados y que solo hacen eventos de lucimiento, como el Observatorio de Participación Política de la Mujer, del IEM, entonces vamos de mal en peor. Y es que lo que no se mide, lo que no se informa con datos estadísticos, a mediano plazo resulta obsoleto.
Por ejemplo, una de las tantas heridas profundas, para no ir tan lejos, ha sido el artero asesinato de Lucía Yuritzi en la capital michoacana, el cual ha conmocionado a la sociedad en general. Mujer joven, sonrisa franca, con muchas personas que le estimaban, la cual muere estrangulada, al parecer, en su propio domicilio, y su muerte es el reflejo de las cuentas pendientes que tenemos en el país, en la protección de los derechos de las mujeres en general. Un respetuoso abrazo a sus familiares y amigos por la irreparable pérdida. ¿Quedará impune?
Hay que decir que la mayor parte de los que perpetran estos crímenes son gente conocida, cercana, parejas o ex parejas de las víctimas en cuestión; aunque hay casos que tienen otra línea de investigación, lo menos que se puede pedir cuando algo tan terrible ocurre, es que estos feminicidios no queden impunes, que se castigue con todo el rigor de la ley al o a los culpables.
Será el próximo 6 de abril cuando el presidente de México, Andrés Manuel López obrador, visite la capital michoacana, y resultará muy interesante saber si se va a reunir con el gobernador, Silvano Aureoles, y si ya de una vez se coordinan en el tema de la nómina magisterial que asfixia a Michoacán.
No sé si AMLO lo sepa, pero el Foro sobre Educación, convocado por Silvano Aureoles y otros gobernantes, sufrió un intento de boicot, ya que varios de los gobernadores que organizaron el foro no asistieron, porque la federación les "marcó agenda" ese mismo día… ¿Casualidad?
Uno de los más cercanos colaboradores del gobernador ha solicitado retirarse de la función pública para atender sus asuntos de salud; sin embargo, no es cualquier colaborador, es Pascual, el operador, el de la sonrisa fácil y trato amable; es Pascual, el que no se pelea con nadie y hace amigos en todos lados; es Pascual, Pascual Sigala Páez.
