Finanzas personales, fuera de tu negocio

Finanzas personales, fuera de tu negocio

Cuando administramos un negocio hay varios temas que pueden convertirse en una trampa y deteriorar el desarrollo de tu empresa, el más común es mezclar las finanzas personales con las de tu negocio.

Distinguir entre el dinero del negocio y el dinero personal se convierte en uno de los lineamientos a seguir con mayor dedicación. La regla de oro es no mezclar.

Para desarrollar una gestión financiera adecuada en una empresa se necesita disciplina. Conocer los flujos de efectivo que proyecta el negocio cada mes o año es indispensable para saber planear y no tener que estar prestando dinero personal al negocio ni sacar del negocio para necesidades de tipo personal.

Esta dinámica no siempre es fácil de aplicar, sobre todo en los primeros meses de vida de tu empresa, cuando quizá las ganancias no se ven reflejadas como lo esperas. En este punto debemos ser cuidadosos en separar el dinero que decidimos invertir y no tomar de ahí para gastos de tu familia.

Nunca tomes como deuda propia la de tu empresa ni viceversa. Obviamente, puedes dar dinero a tu empresa para salvarla de algún problema, pero mediante un préstamo, que tras un determinado tiempo deberá devolverte el negocio añadiendo intereses.

Si solicitaste un crédito para iniciar tu propia compañía no lo uses para pagar deudas personales y toma en cuenta que también deberás destinar parte de las entradas de dinero para cubrir los pagos de tu deuda. Tener un balance cada cierto periodo de tiempo te permitirá saber con exactitud los activos y pasivos y te permitirá saber de qué manera obtener los recursos necesarios para solventar las deudas y no recurrir a más préstamos.

Por último, te dejo las tres reglas básicas para no mezclar las finanzas.

Asígnate un sueldo: dependiendo de las entradas de dinero a tu negocio, puedes designar un recurso que sea para ti como sueldo fijo; quizás al principio sea mínimo, pero conforme tus ventas crezcan puede irse incrementando.

Lleva tus cuentas: tener claridad sobre lo que gastas tanto en tus finanzas personales como en las de la empresa es básico para no mezclar. Si puedes pagar un asesor que te ayude en ambos casos, no dudes en tenerlo.

Crea un respaldo: además del capital que vas a invertir al inicio de tu proyecto, deberás tener un respaldo económico para imprevistos y echar mano de este respaldo para no descapitalizarte en lo personal.

Lo más importante: mantén separadas tus cuentas personales de las de tu negocio con dos cuentas bancarias diferentes. Si necesitas pasar dinero de una cuenta a otra, hazlo mediante una transferencia bancaria, es práctico y seguro.

Jesús Melgoza Velázquez

Secretario de Desarrollo Económico de Michoacán

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