"Todo el secreto de gobernar consiste en saber cuándo es necesario quitarse la piel de león para ponerse la de zorro". Napoleón Bonaparte (1769 – 1821). Político y militar francés.
El discurso enérgico del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, donde insistía en resolver de fondo el tema educativo y que arremetía constantemente contra los abusos del magisterio, especialmente de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE) y los normalistas, se ha diluido con el paso de los días. Ahora procura que lo reconozcan como el Ejecutivo que está de su lado y vive preocupado por pagarles en tiempo sus quincenas y ponerse a mano en todo lo que se les adeuda, según minutas firmadas con otras administraciones.
Los énfasis en compromisos como que no habría más plazas automáticas, que se evaluaría si hacen falta más profesores, que analizaría la posibilidad de cerrar algunas escuelas normales o ya de menos poner orden en ellas, se ha ido perdiendo, especialmente desde el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México.
La advertencia que lanzó a la CNTE cuando señaló que revisaría cada una de las minutas firmadas en las últimas dos décadas para tratar de desconocerlas tras algún procedimiento jurídico y que arrancó aplausos de varios sectores de la población, también ha quedado en el olvido.
En medio de tan lamentable realidad, lo único que queda como una posibilidad de que haya transparencia y rendición de cuentas en el ámbito educativo, es que la auditoría que presuntamente se realizará en la Secretaría de Educación del estado, sea exitosa y vinculante a algún procedimiento sancionador. Sin embargo, la historia inmediata nos grita que eso no sucederá. En Michoacán las auditorías que se han realizado con el objeto de transparentar el ejercicio del erario y tratar de aplicar sanciones a quienes hayan abusado, no han servido de prácticamente nada; una la mandó hacer Fausto Vallejo y otra Silvano Aureoles y la Septuagésima Tercera Legislatura Local.
Así que desde ahora le puedo adelantar que con la que se haga en el barril sin fondo llamado Secretaría de Educación, tampoco sucederá absolutamente nada, y no sucederá, porque en esa maraña de presuntas irregularidades y aviadores, la mayoría de las partes en conflicto son partícipes, como entre ellos mismos se han acusado, sindicatos a gobiernos y viceversa.
Más aún cuando el discurso del gobernador michoacano ha cambiado radicalmente. Ahora el objetivo es pagar puntualmente, incluso los adeudos de las primero muy cuestionadas minutas; por ello también la Controversia Constitucional para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva cuál de los gobiernos, si el estatal o el federal, debe hacerse cargo del pago a todo el magisterio estatal, incluyendo claro, las casi 30 mil plazas automáticas que se repartieron en automático y sin aval de la Federación.
Y aunque coincido en que la Controversia era necesaria para intentar contener la crisis financiera que padece el estado, motivada por la nómina magisterial con sus "conquistas" a través de minutas, es de lamentarse que a la par, no se realice un estudio para evaluar con exactitud si faltan o no más profesores, si no hay excesos en el número de maestros que cobran sólo por atender una cartera sindical, que se haya perdido el interés por retomar el orden académico y la disciplina en las normales.
El panorama se antoja desolador si con la derogación de la Reforma Educativa que prometió López Obrador, regresan las plazas automáticas, se acaban las evaluaciones y se fortalece la ausencia del Estado de Derecho, como sucedió en días pasados con el bloqueo a las vías del tren y para colmo, si la administración estatal pierde la controversia constitucional.
Ni hablar, Silvano Aureoles dejó ir su mejor oportunidad de poner orden en el ámbito educativo y hasta regresarle la nómina al gobierno federal, cuando recién asumió la gubernatura y gozaba, como insistentemente presumió, de una buena relación con Enrique Peña Nieto.
Veremos pues si su cambio de estrategia le funciona tras decir adiós a la crítica y advertencia contra la CNTE y sus fuerzas básicas, para buscar ahora ser el aliado que trabaja para que ningún profesor se quede sin cobrar a tiempo su quincena, sin importar nada más.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
