Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Jesús canta una canción de Juan Gabriel mientras gente transita a su lado en una de las calles del Centro Histórico de Morelia; algunos le dejan unas monedas como premio a su trabajo.
En Morelia, la Población Económicamente Activa (PEA) hasta diciembre último era de 327 mil 726 personas, y la tasa de desempleo al cierre del mismo mes se ubicó en 3.9%; es decir, 12 mil 805 personas sin trabajo, un porcentaje igual al del mismo periodo de 2019, antes de que el virus SARS-CoV-2 causara estragos, cuando había 12 mil 585 desempleados. En ese año aumentó en 220 el número de desocupados laboralmente.
Sin embargo, durante el tercer trimestre de 2020 (julio a septiembre), en plena pandemia, el número de trabajadores sin empleo en la capital de Michoacán llegó a 15 mil 380, equivalente al 4.8% de la PEA, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOE-N).
Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) más recientes (septiembre a diciembre de 2020), el 73.6% perdió el trabajo en la etapa "más fuerte" del Covid-19 (hace entre uno y seis meses).
Prácticamente 8 de cada 10 personas del rango de 15 a 44 años de edad; el 92.9% tiene experiencia laboral, y el 64.8% tiene estudios de nivel preparatoria o carrera profesional.
Otros datos reflejan la situación en territorio moreliano, pero que afectó a todo México. Los ausentes temporales con vínculo laboral debieron dejar momentáneamente su respectiva fuente de trabajo debido al confinamiento obligatorio por el coronavirus, sin la certidumbre de recuperarla ni la garantía de su salario completo en varios casos, y la cifra se quintuplicó al pasar de 4 mil 654 en diciembre de 2019, antes de la emergencia sanitaria, a 23 mil 806 hasta septiembre del año pasado. A diciembre último, ya con el retorno más normalizado a sus actividades, descendieron a 9 mil 074, pero miles ya no regresaron a sus empleos.
Otra situación negativa que causa el Covid-19 es la subocupación. Más del doble aumentó el número de quienes trabajan menos de 35 horas semanales, pese a estar disponibles más tiempo, con el consiguiente menor salario.
Antes de la pandemia (diciembre de 2019) se encontraban en esa situación 22 mil 133 trabajadores en Morelia, que a septiembre del año pasado aumentaron a 54 mil 897, y a diciembre de 2020 llegaron a 57 mil 092.
Jesús tenía menos de un año en la empacadora. Le sorprendió, como a todos, la enfermedad que surgió en Wuhan, China, a finales de 2019 y su rápido nivel de transmisión. No se contagió, pero sí perdió el trabajo en agosto de 2020. "El problema más grande ha sido la falta de empleo en la ciudad a partir de la contingencia", señala.
Resulta más difícil encontrar empleo con nivel básico de educación. El joven moreliano terminó la secundaria y tiene la preparatoria trunca. Se sumó el factor de la contingencia por salud. "He tenido que salir a ganarme la vida de esta manera", apunta mientras prepara la pista musical de la canción que interpretará, auxiliado con una bocina, micrófono y su teléfono celular.
Canta canciones pop y de mariachi. Se le facilita, porque desde niño le atrae la música. En las mañanas escoge un sitio en el Centro Histórico de Morelia, donde sólo trabaja tres horas, máximo, y gana bien. En fines de semana puede obtener hasta 400 pesos, y en días buenos entre semana llega a los 300 pesos. "Me va mejor que en un trabajo que por mis estudios no ganaría lo que consigo aquí", subraya.
Es consciente de que con esta ocupación carece de beneficios de la ley en materia laboral, como la seguridad social, pero por la contingencia ahora no ha buscado un trabajo.
"Prefiero venir un ratito aquí, cuidarme también y luego estar lo más posible en casa". Una vez que la situación se estabilice, "aunque no volverá a la normalidad completamente", pensará en un empleo o encaminarse a emprender un negocio, que es su objetivo, para seguir con el apoyo a la economía de su familia, aunque es soltero.
La informalidad laboral en la ciudad de las canteras rosas es del 46.9% de la PEA; o sea, 147 mil 570 personas carecen de todas las prestaciones de ley. En tanto, 175 mil 921 no tienen acceso a las instituciones de salud, el 55.8%. Los datos son del cuarto trimestre de 2020 (octubre-diciembre).
En varios puntos de la geografía moreliana la gente recurre a ocupaciones informales que, sin embargo, les permiten afrontar sus necesidades básicas, ya sea porque perdieron su empleo o redujeron sus horarios. Nuevos puestos de venta de comida y productos varios se observan en sus viviendas u otros sitios.
Una familia aprovecha la obra en construcción de un edificio de departamentos en la colonia Félix Ireta, cerca de su domicilio, para ofrecer tortas y jugos a los trabajadores y a quienes pasen por el lugar. Eso les ayuda a solventar la situación ante la crisis sanitaria y mejorar sus ingresos económicos.
De la colonia Oviedo Mota, un matrimonio decidió ampliar su giro de venta de productos de limpieza al de abarrotes, donde incluyen pan y tortillas. Se quedó sin empleo el jefe de familia durante la pandemia, y con el producto de su liquidación laboral se abastecieron de mercancía.
Igual en banquetas, como Alma, que ofrece trapeadores en una concurrida zona vehicular de la Loma de Santa María, y que le sirve para completar "el gasto".
Redacción/rmr
