Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En el período de enero a junio de 2020, la Fiscalía General del Estado (FGE) inició ocho carpetas de investigación por el presunto delito de trata de personas, cifra cercana a los 10 casos que conoció durante todo el 2019.
La extinta Procuraduría General de Justicia del Estado identificó entre los años 2012-2017 a 30 víctimas de este delito, de las cuales el 93% es mujeres y 7% hombres, principalmente con fines de prostitución y explotación sexual
En conferencia virtual organizada por la FGE, el director de área del programa contra la trata de personas de la quinta visitaduría regional de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Oscar Salomón Cortés Flores, informó que según datos proporcionados por la Guardia Nacional tan solo de marzo a abril de este año se detectó en México un incremento de 73% en actividades de pornografía infantil, donde el 80 por ciento de los reportes están relacionados con la red social Facebook.
Alertó que algunas de las estrategias que utilizan, consisten en solicitar fotografías (niños, adolescentes y jóvenes son los más vulnerables) preferentemente con desnudos o los famosos "packs"; luego, al tenerlas les chantajean para que les proporcionen más. Esas imágenes o videos son susceptibles de ser vendidos.
Para enganchar, también realizan por internet atractivas ofertas de trabajo que involucran altos salarios o desplazamientos a nivel local, nacional o en el extranjero. La realidad es que "les obligan a trabajar contra su voluntad, no les pagan, les limitan la comunicación; también les obligan a pedir dinero o cometer delitos; inclusive a niñas, niños y adolescentes a cometer delitos como la distribución y venta de drogas".
Algunas de las modalidades son: esclavitud; condición de siervo; prostitución ajena u otras formas de explotación sexual; explotación laboral; trabajo o servicios forzados; mendicidad forzosa; utilización de personas menores de 18 años en actividades delictivas; matrimonio forzoso o servil; tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos vivos; y, experimentación biomédica ilícita.
Por: Sayra Casillas/R