Por: Flavio Núñez
Ciudad de México (MiMorelia.com).- Hoy se cumplen 12 años de uno de los días más tristes para la música de banda mexicana: la muerte del "Gallo de Oro", Valentín Elizalde.
Fue la madrugada del 25 de noviembre del 2006 cuando un comando armado interceptó la camioneta en la que viajaba el cantante, junto con otras tres personas, al salir de un palenque durante la Expo-Feria en Reynosa, Tamaulipas. Ese mismo día tenía programado un concierto en Morelia, Michoacán.
En dicho atentado tres sujetos armados con fusiles de grueso calibre realizaron 75 detonaciones en contra del vehículo, de las cuales 20 acertaron en el cuerpo de Valentín Elizalde, a quien además le dieron luego el "tiro de gracia".
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En el ataque también murieron el chofer de la camioneta, Raymundo Ballesteros, así como su representante y amigo, Mario Mendoza; mientras que su primo, Fausto "Tano" Elizalde, logró sobrevivir a la balacera.
Entre éstas, se encuentra la versión que afirma que el cantante provocó la ira del comando de un grupo delictivo que había asistido a su último palenque, al cantar el tema "A mis enemigos", con el cual habría firmado su ejecución.
El cantante tendría hoy 39 años, y pese a su corta vida, sus canciones aún siguen sonando en las fiestas y noches de copa de cientos de mexicanos
Según los rumores, esta canción habría sido compuesta en honor al Joaquín "El Chapo Guzmán", y estaría dedicada a los enemigos del capo del Cártel de Sinaloa, los miembros del Cártel del Golfo, quienes al parecen habían advertido a Elizalde que no se presentara en Reynosa y tampoco interpretará "A mis enemigos".
Y aunque aún no se sabe con certeza quién fue el autor intelectual de su asesinato, en 2008 la Procuraduría General de la República atribuyó el crimen a Raúl Hernández Barrón, alias "El Flander I", ex militar del Ejército Mexicano que tras su deserción se unió a las filas del Cártel del Golfo.
Tras su muerte, Valentín Elizalde -quien a sus 27 años ya había logrado ser un ícono de la música de banda- se convirtió en una leyenda, y las ventas de sus discos se dispararon luego de su homicidio.
El cantante tendría hoy 39 años, y pese a su corta vida, sus canciones aún siguen sonando en las fiestas y noches de copas de cientos de mexicanos, quienes al ritmo de su música brindan en honor del "Gallo de Oro", un lobo que jamás pudo ser domesticado.
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