La historia la construimos nosotros
Debemos ser conscientes de la importancia de los archivos históricos; no se trata de bodegas donde se almacenan documentos por la eternidad, sino que constituyen los espacios que construyen la verdad y, con ello, es viable promover garantías de no repetición.
Justo por esta razón, en los archivos históricos se pueden consultar los documentos sin restricción alguna, es decir, jamás te podrán negar un documento porque contiene datos personales y/o información reservada.
De esta forma, se ha venido celebrando la apertura de los archivos históricos a las personas; se festeja el reconocimiento y cumplimiento de las disposiciones legales, el combatir la opacidad y el ejercer el derecho de conocer lo que realmente ha sucedido, y que afecta directa o indirectamente nuestras vidas.
El más reciente ejemplo viene de la apertura del fondo documental DFS-DGIPS, que se integra con los documentos que generaron las extintas Dirección Federal de Seguridad (DFS) y Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (DGIPS).
Al respecto, cabe señalar que el 30 de enero del año en curso, los titulares del Archivo General de la Nación (AGN) y del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales emitieron un pronunciamiento en el que señalaron que, por primera vez en la historia nacional, todas las personas podrán tener acceso de manera íntegra a los documentos que generaron las extintas corporaciones de inteligencia mexicana de 1926 a 1985.
¿Por qué es tan importante la apertura de estos documentos? En primer lugar, gracias a estos documentos las personas podrán conocer la actuación de las corporaciones de inteligencia extintas, para después formar un criterio propio de su actuar. En segundo lugar, se materializa el ejercicio del derecho de acceso a la información, toda vez que al encontrarse en un archivo público podrán ser consultados o solicitados sin restricción alguna. En tercer lugar, establece nuevos lazos y diseños de coordinación entre dos actores, las instituciones en conjunto con la sociedad, toda vez que el propio AGN solicitó a investigadores, estudiosos o interesados en el tema colaborar en la aplicación de medidas idóneas para la consulta de este fondo documental.
Así como se señala en el pronunciamiento aludido, la "liberación de estos archivos asienta un momento histórico, pues gracias a la sincronización de los actores políticos, institucionales y civiles involucrados en el tema, se atiende una exigencia social de años que contribuirá a cicatrizar los abusos vividos durante el periodo conocido como la Guerra Sucia".
Abrir las puertas de los archivos históricos da la oportunidad de escribir, por cuenta propia, la historia de lo sucedido; de criticar o construir lo dicho y hecho; pero, sobre todo, de evitar repetir aquello que –tras el análisis de estos documentos– se considere que lastimó a nuestro México.
