Por: Josimar Lara/@josimar2188
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En medio del luto que representa la Semana Santa, en la Catedral de Morelia se escucha un particular sonido: el de la matraca, una tradición de más de 100 años en estas fechas.
Cuando las campanas "enmudecen" por la muerte de Jesús, este particular instrumento de percusión es el encargado de convocar a los católicos y dar el aviso –en la Procesión del Silencio– de la llegada de la Señora de la Soledad.
"Desde las nueve de la mañana se da el primer toque; después, cada 15 minutos", platica el señor Alejandro Correa, quien desde hace 16 años participa de manera ininterrumpida en esta tradición católica, que prevalece en pocas ciudades del mundo.
La matraca mide, aproximadamente, dos metros de altura y pesa 500 kilogramos, por lo que se requiere de dos personas para hacer sonar el aparato, que simula "un molino" de martillos; además, se necesita pericia para no provocar que se pierda el sonido.
"Este toque se da con cierto ritmo, porque si se toca muy a prisa es un zumbido; no son tan marcados los pasos; la matraca es como un molino de martillos, que consiste en nueve grupos, que se gira por dos manivelas opuestas", explica el profesor Alejandro Correa.
Antes, el sonido de la matraca era suficiente para convocar a los morelianos que vivían en las calles "Manuel Muñiz, Benedicto López, Michelena, Lázaro Cárdenas; incluso gente que tiene más tiempo dice que se alcanzaba a oír hasta Santa María; eso ya no me tocó constatarlo, pero cuenta la leyenda", recuerda el señor Alejandro, quien por invitación comenzó a participar en este particular evento.
Con el paso de los años, el ruido de la ciudad se ha encargado de "opacar" a la matraca de la Catedral Metropolitana, y muchos morelianos desconocen esta tradición, que sólo tiene lugar en Semana Santa, pero esta situación, en lugar de desmotivar a don Alejandro, es una razón para seguir preservándola y, pese a su edad, mantiene el ánimo de tocar este instrumento.
"Para mí es muy emotivo, puesto que uno desde hace muchos días o meses atrás está en los preparativos, por eso es una enorme satisfacción el dar realce a nuestro tesoro de la Catedral Metropolitana, de manera que, aunque mis capacidades ya no son las mismas, espero este año darle una tocadita a la matraca", compartió mientras nos muestra unas fotografías de cada una de sus participaciones.
Aunque es una práctica que tiene más de 100 años, desde hace alrededor de ocho se conformó la Cofradía de la Matraca, la cual integran alrededor de 60 personas, entre ellas un grupo de jóvenes de la comunidad de Cuto de la Esperanza, y se dividen para hacer sonar este instrumento de percusión durante el Viernes Santo; asimismo, se encargan de limpiar la torre y darle un poco de mantenimiento al instrumento, pues ha sido reconstruido en varias ocasiones porque el paso de los años ha provocado el desgaste de algunas piezas.
En esta ocasión, adelantó el señor Alejandro, por primera vez desfilarán en la Procesión del Silencio "para dar aviso de que ya vienen las cofradías".
La matraca es un tesoro de Morelia, considera el profesor Alejandro Correa, quien invita a la gente a que en estos días ponga atención a la torre poniente de la Catedral de Morelia para apreciar el sonido que se produce al tocarla, aunque –dijo– las autoridades municipales tienen la idea de que se pueda utilizar equipo especializado para que tenga mayor alcance.
"Actualmente hay que estar predispuesto a que existe, a que si hay un sonido extraño, no es un helicóptero o se llega a confundir con otro (sonido)", aclara, mientras muestra también los oficios que han entregado a las autoridades eclesiásticas para participar en la tradición católica que se preserva en Morelia.
CA
