El mes de septiembre es el mes de la Biblia, el día 30 Fiesta de san Jerónimo, celebramos a este gran estudioso de la palabra de Dios que tradujo los libros antiguos a la lengua entonces común del pueblo por eso se llama la Biblia.
Pero después de siglos, como que habíamos perdido un poco el interés o había cierto temor de acceder a los libros sagrados, hoy día la iglesia católica junto con cristianos de otras nominaciones creemos volver a este alimento de la palabra de Dios.
Los libros inspirados sabemos, escritos por distintos autores, tienen como principal autor al Espíritu Santo. No son libros simplemente de geografía, historia, poesía, sino sobre todo libros en donde se nos descubre el plan de Dios que a través de distintos acontecimientos llegan al culmen que es en la encarnación, el nacimiento, la muerte, pasión, resurrección de Jesús. A partir de entonces, sigue la historia de la salvación, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, las primeras etapas de la iglesia, las cartas de San Pablo, la organización de las primeras comunidades.
La Biblia es un libro que verdaderamente fortalece, consuela, ilumina porque no es palabra inspirada por genio humano, sino por el Espíritu Santo, amemos la biblia, leamos la Biblia, meditémosla, alimentemos con ella nuestra fe.
