Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Casa de Hidalgo, caracterizada por su tradición humanista, no podría ser una institución de educación superior completa, si en sus aulas no albergara también el estudio de las Bellas Artes, dijo el rector Medardo Serna González, durante la celebración de los 20 años como Facultad de la tradicional Escuela Popular de Bellas Artes.
Con una muestra del talento de sus alumnos, el reconocimiento a los docentes e integrantes del ámbito cultural que trabajaron por hacer de la Escuela una Facultad, con programas de estudios para sus diferentes licenciaturas, docentes, alumnos y egresados distinguidos se dieron cita para recordar la importancia que el arte reviste para la formación humana.
Acompañado por el director de la Facultad, Miguel Ángel Villa Álvarez, el rector manifestó la necesidad de incentivar en los jóvenes el gusto por las Bellas Artes, su capacidad creativa e interpretativa como tema obligado en una educación integral.
El disfrute del arte da al ser humano la capacidad de sentir y proyectar sus sentimientos en la interpretación y creación, sea a través de la danza, pintura, música o teatro.
Miguel Ángel Villa Álvarez, quien durante el evento estuvo acompañado por el secretario académico de la FPBA, Helmut Horkheimer Vázquez Torres; agradeció a la comunidad y a la Rectoría de la Casa de Hidalgo, por el esfuerzo para lograr que la Escuela se transformara en Facultad hace 20 años, por lo que dedicó la celebración al reconocimiento de dos egresados, quienes con su arte y gusto por la difusión cultural, han puesto a la Casa de Hidalgo y a Michoacán muy en alto, además de reconocer a quienes en su momento trabajaron como docentes para conformar los programas de estudio que dieron luz a las licenciaturas que hoy se ofertan en esta dependencia universitaria.
El primer homenajeado, fue el caricaturista Naranjo, originario de Peribán, Michoacán, quien tan sólo cursó la primaria y posteriormente se dio cuenta de que su vocación era el arte, en especial el dibujo. Rogelio Naranjo Ureño, ingresó a los 16 años a la entonces Escuela Popular de Bellas Artes, fue profesor, residió en la Ciudad de México en donde fue contratado por el periódico El Universal y posteriormente la revista política Proceso, en donde a través de las casi 12 mil caricaturas publicadas, transmitió su crítica hacia la sociedad y en especial, el quehacer político en México.
Fallecido el pasado mes de noviembre, Rogelio Naranjo fue reconocido por la comunidad de la FPBA como uno de sus más insignes egresados.
