En esta ocasión escribo en relación con la abrogación de los decretos de las siete Zonas Económicas Especiales (ZEEs) para el país, entre las que se encuentra la de Lázaro Cárdenas, Michoacán-La Unión, Guerrero.
Considero que es muy lamentable que se hayan extinguido con un decreto todas las zonas económicas del país, ya que para los estados involucrados era muy atractivo contar con una ley de incentivos fiscales, para retener las inversiones que se tienen y atraer otras nuevas, por lo que se espera una propuesta del gobierno federal de un esquema o política pública similar al de zonas económicas.
Lamentamos la decisión que ha tomado la federación de cancelar siete grandes proyectos que, además, no le representarían un costo, al ser éste absorbido por la iniciativa privada, y que permitirían aprovechar las capacidades y ventajas de las regiones donde se implementarían las ZEE.
Con el nuevo decreto quedan canceladas cartas de intención que garantizaban capitales por el orden de los 42 mil millones de dólares en las siete ZEE y que para el caso de Lázaro Cárdenas-La Unión representaban nueve mil 741 millones de dólares y la generación de unas 75 mil fuentes de trabajo, en sectores como el electrónico, eléctrico, automotriz, farmacéutico y aeronáutica, entre otros.
Sería una multiplicación con micro, pequeñas y medianas empresas de ambas entidades, así como de los otros estados contemplados en la ley, como Chiapas o Oaxaca, donde no existían esquemas de incentivos para atraer empresas de tales magnitudes. En el caso de Michoacán, la carta que se envió hace unos meses al titular del Ejecutivo federal, y que firmaron 128 actores de los sectores académico, social, empresarial y político, que incluyó a los gobernadores de Guerrero y Michoacán, no ha tenido respuesta, pese a que se busca lo mismo que la federación: mayor inversión y generación de empleos.
En estas condiciones existe incertidumbre sobre lo que pasará con las empresas que tenían interés de invertir, ya que sólo para el puerto de Lázaro Cárdenas se tenía la intención de 11 empresas de invertir un monto de 9 mil 700 millones de dólares. La cercanía del puerto de Lázaro Cárdenas con la zona de Asia-Pacífico le hace ideal para la manufactura y transformación de productos que pasan por el puerto, por empresas que actualmente prefieren asentarse en la frontera norte del país, por su proximidad con Estados Unidos, condiciones que evidencian el impacto favorable de la ZEE que se proyectara para Lázaro Cárdenas-La Unión.
Con esa cancelación se limita la capacidad del estado para atraer inversiones de alto valor, luego de tres años de recibir decenas de delegaciones de empresarios procedentes de México, China, Japón y Corea del Sur, interesados en el paquete de incentivos que comprendían las ZEE e instalarse en la entidad, enfrentamos la incertidumbre y desconfianza en la continuidad de las políticas públicas para incentivar la inversión.
Sin embargo, el gobierno del estado mantiene su postura de trabajar de manera coordinada con la federación, pese a que la cancelación es un revés muy importante para el tema económico del estado y del país, a la par de que estarán platicando con las empresas que ya tienen o quieran invertir en el puerto michoacano.
Por nuestra parte, vamos a seguir trabajando, buscando consensos, tendiendo puentes, pedir de manera respetuosa que nos incluyan en los proyectos para el estado; lamentablemente los tres grandes proyectos de infraestructura previstos por la federación no comprenden a Michoacán, pero esperamos que se presente un proyecto alterno a las ZEE, más ambicioso, con más impacto social, porque el objetivo es el mismo; todos queremos más cadenas de valor, más empleos y más apoyo a la micro, pequeña y mediana empresas.
En este sentido, en breve el gobierno del estado presentará un plan de trabajo y promoción conjuntos para fortalecer los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo, como una plataforma logística para Asia-Pacífico y México, además de incentivar la creación de una política industrial, a fin de que quede claro hacia dónde queremos llegar para generar productos de valor.
