Tal vez hayas escuchado en las noticias este término de Fintech. Ha estado de moda en los últimos meses ya que nuestros flamantes legisladores están, supuestamente, armando una nueva ley que permita regular este tipo de empresas. Digo supuestamente porque no lo han hecho y ahora que el periodo ordinario de sesiones concluyó, no pasará nada nuevo hasta Septiembre que regresen de sus vacaciones.
Pero, ¿Qué son las Fintech y porque necesitan una ley especial? Pues muy sencillo. Las Fintech son empresas que se dedican a ofrecer productos y servicios financieros únicamente por medio de las tecnologías de la información. De hecho, Fintech significa "Finance Technology" y al cierre del 2016 en México había unas 150 diferentes. Ocupan una ley especial ya que, al no contar con oficinas físicas, dejan al usuario en una situación de desventaja en caso de una controversia.
Ya con 150 empresas dedicándose a esto deja de ser moda para convertirse en tendencia. Es más, varios de los bancos tradicionales han creado sus propias Fintech para atender a este mercado.
Y es que son un modelo de negocio muy atractivo ya que al no tener gastos de operación grandes ya que no tienen sucursales, los márgenes de utilidad son mayores.
Algunos de los servicios que podrás recibir de ellos son:
Préstamos
Crowdfunding
Seguros
Reestructura de deudas
Inversiones
Educación Financiera
Etc
Y es que, al tener medios de atención por internet, sus horarios de servicio son de 24/7 los 365 días del año y sin la preocupación de tener muchos empleados u oficinas caras, se enfocan en desarrollar productos innovadores y atractivos.
Por ejemplo, el hecho de que, si vas a salir de vacaciones puedas contratar el seguro del coche justo antes de agarrar carretera desde tu celular y lo cancelas cuando regresas también desde tu celular hace que realmente te cuestiones si vale la pena ir a un banco o aseguradora a contratar para que después, cuando lo quieras cancelar te manden al 01-800 donde te pondrán todas las trabas del mundo.
Algo similar sucede con las inversiones, la facilidad de que desde tu dispositivo móvil puedas invertir tu dinero y también desde tu dispositivo puedas solicitar tu retiro hace que el viaje a una sucursal bancaria o a tu casa de bolsa sea innecesario.
Aunque no todo es miel sobre hojuelas ya que, como te lo comentaba al principio, este tipo de empresas actualmente no están reguladas por ninguna autoridad lo que incrementa muchísimo el riesgo de que puedas ser víctima de fraude, de robo de identidad o de incumplimiento de contrato sin que puedas obtener algún respaldo en tu reclamo.
Si contratas un servicio con una Fintech, y ésta no te cumple no tienes a donde ir a reclamar. Adicionalmente, como no hay una supervisión formal a sus actividades, no cuentas con la información suficiente como para saber cuál es la que mejor te conviene.
No digo que todas las Fintech sean chuecas o chafas, pero tampoco digo que todas sean formales y derechas así que, si en algún momento decides usar alguna de ellas sabrás que es bajo tu propio riesgo por lo que te recomiendo la investigues con el mayor detalle posible para que después no te vayan a chamaquear.
Así que, mientras no exista un marco jurídico lo suficientemente sólido que regule y supervise a las Fintech, se deberán seguir viendo como una nueva opción pero una con riesgos latentes importantes. Todo va para allá, en algún momento recordaremos como nuestros abuelos iban a los bancos y que había sucursales pero mientras tanto, dale prioridad a la seguridad sobre a novedad.
Si tienes alguna duda específica que quieras resolver pregúntame en mi correo inteligenciaenfinanzas@gmail.com, a mi twitter @RockBrokers o en www.facebook.com/rockbrokers/
En los próximos días te diré las fechas para que conozcas las verdaderas finanzas personales.
