Lana Sube, Lana Baja/Los billetes están en peligro de extinción

Lana Sube, Lana Baja/Los billetes están en peligro de extinción

Desde hace ya milenios, el dinero ha sido uno de los inventos más importantes que el ser humano haya creado. Ha desatado guerras, corrompido sociedades, y ha sido uno de los objetos más deseados en la historia de la civilización. Lo importante del dinero no es lo que vale sino lo que representa; ése poder para convertir un deseo o idea en realidad; es ese pedazo de papel que promete igualarse a cualquier artículo tangible o intangible que cualquier persona tenga. En un mundo casi totalmente capitalista, la acumulación de riqueza ha sido el sueño y objetivo de vida de muchísimas personas y es increíble cómo un pedazo de papel tiene un poder tan enorme. Un billete o una moneda, como artículo físico, tienen un valor casi inexistente; su verdadero valor se lo otorga el emisor de dicho billete o moneda, que generalmente, es el banco central de cualquier economía. Y hasta entre las divisas hay distintos niveles de poder, algunos sólo son reconocidos en el país donde se usan pero otras controlan y regulan el comercio en todo el globo. Tanto es su poder que se buscó crear una súper divisa que controlara las economías de varios países al mismo tiempo y aunque fue un experimento no del todo bien hecho, confirmó que incluso el dinero, ése artículo físico sin valor que en el imaginario social es aspiracional y poderosísimo, tiene personalidad y puede, incluso, relegar a otras sociedades.

En este siglo XXI, el dinero no podía quedarse fuera del avance tecnológico; es más, desde el siglo pasado surgió esa nueva forma todavía más efímera del dinero: El dinero electrónico. Antes mínimo sabías cuanto tenías para gastar porque lo tenías en tu mano, ahora con las tarjetas, las transferencias, las bancas electrónicas y móviles pueden pasar incluso días sin que tu mano toque un billete.

Y es que como cualquier artículo, busca ser más eficiente en su manejo. El fabricar un billete implica costos como son en el material de elaboración, en el diseño e implementación de las medidas de seguridad, en su traslado y resguardo y todo para que después de un tiempo se desgaste y toque hacer nuevos. Con el dinero electrónico esto no sucede ya que al no existir en el mundo físico, todos esos problemas se terminan. Un banco no necesita bóvedas ni cajeros automáticos ni contratar servicios de traslado de valores, un banco central no tiene que quebrarse la cabeza para inventar nuevas medidas de seguridad buscando evitar las falsificaciones y un usuario no necesita preocuparse de que lo asalten y de que le agarre la lluvia y se le mojen los billetes porque luego no sirven.

Todo lo anterior nos confirma una cosa, el tiempo de dinero físico está llegando a su fin. Tal vez te suene como que se trata de una posibilidad muy lejana pero déjame decirte que en países como Noruega o Suecia esperan que para el año 2020 ya no existan, al menos dentro de esos países, los billetes ni las monedas; es más, ya tienen un par de años que ya ni los fabrican esperando que los que actualmente están circulando terminen su vida útil y salgan de las manos de la gente. Existen algunos estudios que indican que para el año 2030 la mayoría de los países desarrollados no usarán más el dinero físico; ¿verdad que ya no está tan lejos esta realidad? Es más, aquí en México ¿conoces a alguien que por ejemplo compre una TV o un gadget en efectivo? ¿Y que tal con la gasolina o la despensa? Cada vez es más frecuente el pago con tarjetas tanto en los supermercados como en las tiendas de conveniencia, restaurantes, cines y cualquier otro establecimiento de uso cotidiano.

Servicios como Paypal aseguran que en la próxima década muchos países pasarán al uso completo del dinero electrónico y aquí en nuestro país vamos para allá que volamos; incluso la ley no le permite a las empresas usar efectivo para sus gastos y las personas físicas no tardan en ser limitadas en su uso también.

Puedes ser de los que piensen que es una jalada, que no se vale, que el gobierno lo hace para….. lo que quieras y mandes; el chiste es que está sucediendo y terminará por suceder. Estoy seguro que las personas de hace siglos pensaron lo mismo cuando de repente pasaron de usar, por ejemplo, semillas de cacao y comenzaron a usar monedas de oro y plata. Después debió haber sucedido lo mismo cuando pasaron del uso del oro y la plata por monedas de metales corrientes y billetes de papel. Ahora pensaremos lo mismo al pasar al dinero que no existe en el mundo físico.

Evidentemente el uso del dinero electrónico presenta nuevos retos que antes no existían, sino pregúntenle a los usuarios de los Bitcoin que hace algunos días con el toque de una tecla les robaron millones y generó que aquellos que no se robaron perdieran casi la mitad de su valor en minutos. Hay mucho por avanzar y no digo que sea correcto o no pero de que va a suceder y más pronto de lo que te imaginas de eso no hay duda.

Vete preparando porque llegará el momento en que eso de guardar el dinero en el colchón será un mito urbano que las próximas generaciones conozcan en historias como las de la llorona o el chupacabras y sus abuelos les platicarán cuando existían una cosas que se llamaban monederos o carteras y que servían para guardar unas cosas que se llamaban billetes, raro ¿no?

Si quieres que platiquemos de algún tema en específico pídemelo en mi twitter @ratian8001 o a mis correos ratian8001@gmail.com o crmartinez@interacciones.com

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