Queridos amigos de MiMorelia, los saludo el día de hoy para hablarles de un tema que se ha tomado especial relevancia en los últimos tiempos, la transición del uso de energías a base de carbón que además de ser altamente contaminantes son finitas, a renovables.
Pero, ¿qué son exactamente las energías renovables? se trata de fuentes limpias de energía, las cuales representan una alternativa frente a los efectos contaminantes y el agotamiento de los combustibles fósiles; entre los tipos de dichas energías encontramos la solar, eólica, geotérmica, hidráulica, biomasa, energía de los océanos y la energía nuclear a base de hidrógeno.
Pero ahondemos un poco más, las energías renovables presentan una serie de ventajas tanto ambientales como sociales y por supuesto económicas, ya que son un recurso inagotable, tienen menos emisiones de carbono, reducen considerablemente los costos de transporte si éstas se producen a nivel local y son más económicas en el largo plazo ya que al ser renovables están sujetas a menos fluctuaciones en el mercado, contrario a lo que sucede con el petróleo o el gas.
Sin embargo, más que una moda, la instalación de fuentes de energías renovables se ha convertido en una necesidad tan apremiante que es punto focal de las agendas nacionales y se plasma en Acuerdos internacionales que exhortan al compromiso de los países a la transición. En este sentido, México se ha comprometido a reducir en 22% los gases de efecto invernadero y el 51% de las emisiones de carbono al año 2030, y según Bancomext (2018), de acuerdo a las metas establecidas, para 2024 al menos 35% de la generación de electricidad deberá ser con energía limpia y existen las condiciones para hacerlo.
En el ámbito económico, en el informe denominado "Tendencias globales en la inversión de energías renovables 2018" publicado por la ONU (2018), se revela que desde 2004 se han invertido en el mundo 2.9 trillones de dólares, inversión impulsada principalmente por la reducción de los costos de producción de la energía solar y eólica, siendo entre 2007 y 2017 cuando se hizo la mayor parte de la inversión, pasando de un 5.2% a un 12.1% en la proporción de electricidad generada por fuentes limpias.
De igual manera, la inversión mencionada ha tenido como consecuencia una creciente generación de empleos en el mundo, tan solo en 2017 se registraron un total de 10.35 millones de empleados en el sector de producción de energías renovables, cuando en 2012 llegaban apenas a 7.14 millones, lo que significa un incremento de 45% en 5 años según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, 2018), y se tienen previstos 28 millones de empleos para 2050.
En este contexto, México es uno de los países con mayor inversión en el sector de las energías renovables presentando un aumento de 810% de 2016 a 2017, sumando 6 mil millones de dólares en el último periodo. La inversión en energías renovables suma un 16% de la IED en América Latina y el Caribe, siendo México el mayor atrayente con el 30% de esa inversión (Bancomext, 2018).
Se avanza constantemente en el desarrollo de fuentes sustentables de energía, pero el camino por recorrer es aún largo. En nuestro país apenas el 15.66% de la energía proviene de fuentes renovables y 5.42% de otras fuentes limpias, siendo las fuentes de tipo hidro las que cuentan con una mayor producción (9.68%), seguida de la energía eólica (3.23%) y en tercer lugar la energía geotérmica (1.84%).
México al ser un país megadiverso, y de forma más específica el Estado de Michoacán con su gran diversidad de ecosistemas, climas, suelos y demás características naturales, lo hacen un territorio sumamente apto para el desarrollo de fuentes de energías limpias. A su vez, se trata de un nicho de mercado que, si bien va en aumento, tiene todo un campo por explorar. Invertir en energías renovables es invertir en un futuro mejor en el largo plazo, además de ser una oportunidad para las empresas que desean reducir sus costos en el mediano plazo.
En un contexto mundial donde el medio ambiente y su sustentabilidad se encuentran en un escenario crítico por las consecuencias de la utilización de combustibles fósiles y producción desmedida de dióxido de carbono a través del uso de energías no renovables, el mirar hacia el objetivo de la transición a las energías alternativas o renovables se convierte en una misión que va más allá que el ahorro de costos y generación de empleos en estos nichos de mercado antes descritos. Implica hacer valer conceptos tan importantes hoy en día como el denominado Responsabilidad Social Empresarial, que reconoce el compromiso de las empresas para atender y alcanzar los objetivos en las agendas nacionales e internacionales en pro del cuidado del planeta, que a su vez generan prestigio y reputación en el mundo empresarial.
