Por: Christian Raúl Martínez Estrada
Cuando te toca vivir en una ciudad que, en época de lluvias, se convierte en una sucursal de Xochimilco, los conductores deben tener especial precaución con los charcos. Dicen que detrás de un charco casi siempre hay un cráter. La razón que origina tantos encharcamientos es, en primer lugar, que somos unos marranos que tiramos la basura en la calle. ¿Cuántas veces te ha pasado que en el coche que va delante de ti va un naco que avienta por la ventana la envoltura de lo que se iba comiendo o has visto en la esquina de una calle la montaña de basura arrumbada? Otro motivo de los encharcamientos son las maneras de bachear. Obviamente el concreto se desgasta por el paso de los coches pero si cuando surge un bache van y le echan chapopote con arena eso se convierte en una lija que va haciendo cada vez más grande el bache.
Independientemente de las causas, los baches son los principales asesinos de las llantas de los coches y en las lluvias el peligro se incrementa. Según un estudio del 2015 en EUA (que es donde hacen estudios para todo) el 49% de los accidentes automovilísticos se dieron porque traían llantas en mal estado.
Si tienes un coche me imagino que lo traes asegurado, sino déjame decirte que estás corriendo un riesgo totalmente absurdo. Recuerda que lo primordial de un seguro no es cubrir tu propio coche ya que si chocas y es tu culpa pues tú pagas tu reparación. El principal motivo de tener tu coche asegurado es el contar con un respaldo por los daños a terceros que puedas ocasionar. Tal vez pienses que no contratas el seguro porque traes una carcanchita que no vale la pena pero si en tu carcanchita te le ensartas a un BMW o cualquier vehículo de alta gama o tumbas un poste, te embarras en una casa o, en el peor de los casos, te llevas un cristiano vas a terminar jodido y en la cárcel (si hubo sangre en el accidente). Para eso son los seguros, para reparar las babosadas que les hagas a los demás y es una responsabilidad social que todos deberíamos cumplir.
Ahora, lo ideal es que tu cobertura sea amplia para que también protega tu propio vehículo ya que es parte de tu patrimonio y es dinero que traes rodando. Asumiendo que eres un ciudadano responsable y cuentas con un seguro amplio en tu coche sabrás entonces que, de manera general, esa cobertura no contempla ni accesorios ni llantas por lo que si te roban las lucecitas de colores que traes en la defensa o se llevan tu tumbaburros el seguro no te los pagará.
Pero, aunque no lo creas, si existe la cobertura de llantas en los seguros de auto. Se trata de una cobertura adicional que tienes que solicitar y que, por supuesto, sale en una lanilla extra al valor del seguro. El precio de esta cobertura depende de varios factores como la aseguradora, el número de eventos cubiertos, la variedad de daños contemplados etc. Lo que si te puedo afirmar es que esta cobertura en las 4 llantas te sale más barata que comprar otras 4 llantas.
Generalmente, la cobertura de llantas te protege contra ponchaduras, daños por baches y robo. Lo que no te cubrirá es el desgaste natural del neumático pero si, aunque traigas las llantas gastadas, caes en un bache se poncha y no tiene reparación, la aseguradora te repone la llanta.
Así que ya sabes, así como proteges el coche protégele también las llantas. No cometas el error que cometen muchos al elegir el seguro únicamente en base al precio. Revisa y compara los deducibles y las coberturas. Al final compleméntalo con aquellas coberturas adicionales que realmente te sirvan y paga lo que te toque pagar. Con esto estarás con la tranquilidad de que, le pase lo que le pase, tu coche está totalmente protegido.
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