Más de 80 mil michoacanos, en riesgo fatal por lluvias

(Foto: Cortesía)
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Morelia, Michoacán (MiMorelia.com/Redacción).- En Michoacán, 81 mil 430 personas en 17 municipios viven en riesgo permanente de sufrir las consecuencias del deslizamiento de laderas, definidas como desprendimientos de rocas y aludes de nieve que se transportan desde zonas más altas.

La cifra, extraída del Atlas Nacional de Riesgos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), sólo considera los 17 municipios más poblados y no contempla riesgos por otros desastres naturales, como sismos, tornados o maremotos, también tipificados por el Atlas.

Las consecuencias pueden ir desde daños materiales severos hasta la muerte, según un documento de la Conagua respecto de la reciente catástrofe en Peribán, y entre los factores que provocan propensión a sufrirlas están las lluvias.

"La causa principal del desbordamiento es la fuerte pendiente de la cuenca del río Cutio", dice el texto, "(…) lo que origina que los escurrimientos de las lluvias alcancen velocidades elevadas que llegan hasta los siete metros por segundo, es decir, 25.2 kilómetros por hora.

De acuerdo con las mediciones (…) al alcanzar los flujos de agua la velocidad de tan sólo dos metros por segundo, se tiene la fuerza suficiente para arrastrar personas, vehículos y estructuras ligeras".

En otras palabras: durante el actual periodo de lluvias, más de 80 mil michoacanos viven en riesgo permanente de muerte.

El investigador del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales de la Universidad Michoacana, Arturo Chacón afirma que algunas zonas de riesgo mortal en Michoacán son las faldas del cerro del Quinceo y Santa María, en Morelia; algunos cerros adyacentes a Uruapan y Zitácuaro; la Cañada de los 11 Pueblos, en Chilchota, y municipios como Ario de Rosales, Cotija y Zamora, "en donde hay construcciones sobre cañadas y, literalmente, arriba de los ríos".

Los desastres ocurridos en Angangueo en 2010, y ahora en Peribán, cuyas consecuencias aún se sienten, confirman esta visión.

"En el caso de Peribán", continua Chacón, "claramente muchos habitantes siempre estuvieron en peligro de muerte. En la zona hay una diferencia de altura de casi 2 mil metros en una distancia de menos de 18 kilómetros. No debería ser un riesgo si hubiera bosque y consolidación de suelos, pero Peribán es un ejemplo de todo lo que no debe hacerse en el estado".

Desastre en Peribán (Foto: RED 113)
Desastre en Peribán (Foto: RED 113)

Según el Cenapred, la falta de información actualizada y confiable respecto de los riesgos en los cuales viven miles de michoacanos agrava la situación. Y en Michoacán, desde hace varios años, ningún municipio ha actualizado su Atlas de Riesgo, que el Cenapred define como "el instrumento que sirve como base de conocimientos del territorio y de los peligros que pueden afectar a la población y a la infraestructura".

En el caso de Morelia, con una población de 8 mil 35 perdonas en condición de alta susceptibilidad por riesgo de deslizamiento de laderas, el último atlas fue elaborado en el año 2004. La situación de Lázaro Cárdenas es peor: el atlas en uso procede del año 2012, pero el municipio tiene una población total de 41 mil 603 personas en condición de vulnerabilidad.

Una herramienta vital
La Guía Básica para la Elaboración de Mapas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos, a cargo del Sistema Nacional de Protección Civil y el Cenapred, indica que en varios estados de la República Mexicana existen centros de población que con frecuencia están expuestos a la ocurrencia de movimientos repentinos pendiente abajo de masas de suelos y rocas en laderas. Estos deslizamientos, exhibe, han causado cuantiosos daños materiales en 10 estados, entre ellos Michoacán.

"Uno de los factores externos que más contribuyen a la inestabilidad de laderas es la lluvia, por el efecto en la saturación del terreno, en el aumento del peso volumétrico del suelo y la reducción de la resistencia al esfuerzo cortante de los suelos", indica el documento.

Otro factor, expone, es que los deslizamientos pueden ser desencadenados por cambios en el ambiente natural o por actividades humanas, y que los asentamientos en zonas susceptibles aumentan el riesgo estadístico para la población.

"En México, el crecimiento de las ciudades ha obligado a la población a asentarse en barrancas, laderas y áreas de reserva ecológica consideradas como zonas con alto grado de peligro", asegura.

Cuando estos factores se combinan sin medidas preventivas elementales, agrega el documento, se crean las condiciones más favorables para desencadenar un desastre, a lo cual "se suman la ausencia o inoperancia de la ley respecto al uso del suelo, la falta de planes de desarrollo urbano y la ausencia o escasez de mapas de peligro o de zonificación del riesgo", un problema que en Michoacán, cuyos municipios no actualizan su Atlas de Riesgo, constituye un riesgo fatal.

Atlas sin actualizar
En marzo de este año, el director de Protección Civil estatal, Carlos Mandujano Vázquez, reportó que sólo 17 de los 113 municipios michoacanos tenían un atlas de riesgos que permitía a autoridades, cuerpos de emergencias y ciudadanos tener conocimiento de los diferentes riesgos que se pueden encontrar dentro del territorio.

"Nos faltan detalles en los atlas municipales, pero se está trabajando en ello", manifestó entonces.

En septiembre de este año, según la misma fuente, la situación mejoró, pero la cifra aún está lejos de ser la ideal. "Debido a la falta de recursos económicos, sólo 40 de los 113 municipios mantienen actualizados sus atlas de riesgos", reconoció Mandujano Vázquez. El problema, añadió, era que el resto de los municipios "no cuenta con los recursos para instrumentar estudios que determinen cuáles son zonas peligrosas para los habitantes".

El problema es a nivel nacional. "La elaboración de un atlas para todos y cada uno de los 2 mil 475 municipios de México constituye una empresa de gran envergadura que debe remontar grandes dificultades metodológicas, conceptuales, pero también institucionales y, sobre todo, económicas para su financiamiento", decía en diciembre de 2015 el boletín "Los Atlas de Riesgo municipales en México como instrumentos de ordenamiento territorial", publicado por los expertos de la UNAM Naxhelli Ruiz Rivera, José María Casado Izquierdo y María Teresa Sánchez Salazar.

"Hacer un Atlas de Riesgo es caro, porque depende de la superficie total de un municipio", confirma el doctor Arturo Chacón. "Hay que hacer estudios documentales, de campo, verificaciones, y después, consultas entre la población. Pero el dinero está. Hay un capítulo especial a través del cual la federación otorga hasta 80% del financiamiento para que los ayuntamientos elaboren su mapa de riesgo, que en el caso de un municipio de alta marginación puede llegar al 100%".

Según indica, un Atlas de Riesgo actualizado puede llegar a costar, en promedio, entre 1 y 3 millones de pesos. Pero la ley vigente, efectivamente, otorga recursos para el Atlas de Riesgo a los municipios. El Programa de Prevención de Riesgos en Asentamientos Humanos (PRAH) implementado por la Secretaría de Desarrollo Social en 2011 indica explícitamente que el financiamiento le corresponde, al menos hasta en 70%, a la federación.

Respecto del porcentaje restante, que en teoría debieran aportar los municipios o el gobierno del estado, cabe recordar que en octubre de 2017 el gobernador Silvano Aureoles entregó 462 viviendas a familias damnificadas por un costo total de 60 millones de pesos.
"Es fundamental que los municipios inicien el ordenamiento territorial", asevera Chacón. "Cualquier costo de los Atlas, que en la Universidad Michoacana estamos en condiciones de elaborar para quien nos lo pida, es menor que el costo de enfrentar una tragedia que acarree posibles pérdidas de vidas humanas".

El hecho es que en esta temporada de lluvias, miles de michoacanos continúan en riesgo fatal.

ANEXO
Según la Guía Básica para la Elaboración de Mapas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos, los deslizamientos pueden ocurrir en laderas de cerros, cañadas, barrancas y riberas de ríos, lagunas o vasos de presas; en cortes y terraplenes de carreteras, minas a cielo abierto y bancos de materiales, o en terraplenes para presas, bordos y otras obras, como en excavaciones para la construcción.

Estos son los municipios con más personas en condición de alta susceptibilidad por deslizamiento de tierras en Michoacán:

Municipio – Población en riesgo
Lázaro Cárdenas: 41,603
Morelia: 8,035
Zitácuaro: 6,558
Ciudad Hidalgo: 4,692
Pátzcuaro: 3,144
Maravatío: 2,976
Puruándiro: 2,967
La Piedad: 2,238
Los Reyes: 2,044
Jacona: 1,796
Zacapu: 1,477
Tacámbaro: 1,420
Zamora: 1,041
Sahuayo: 1,110
Apatzingán: 138
Uruapan: 119
Jiquilpan: 72

AC

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