Por: Adoración Araiza
Ciudad de México (Rasainforma.com).- Sin duda el trabajo de la mexicana Maylen Leno Sierra, de 38 años de edad está lleno de grandes satisfacciones para México, ya que combate en África a la extinción de los animales, así como la lucha contra el tráfico ilegal de cuernos de rinoceronte.
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De acuerdo a un reportaje de El Financiero, ella trabaja en el Zululand Rhino Orphanage en Zululand (región de KwaZulu-Natal, antes conocida como Zulu Kingdom) en Sudáfrica.
Desde hace varios meses, Leno Sierra se ha convertido en una persistente aliada nacional, pues ha dedicado su tiempo al cuidado de cabras y rinocerontes huérfanos por distintas causas, entre ellas y la más importante, la caza furtiva.
De niña soñaba con explorar la naturaleza y hacer algo para combatir la extinción de los animales, dijo que aprendió a admirar su entorno, por lo que con el paso de los años a idea de irse a un lugar como África parecía imposible.
"Tenía un tapón mental. Muchos creemos que ciertas cosas que queremos hacer son imposibles", recuerda Leno. "Son cosas de millonarios o de veterinarios" aseveró.
Al llegar a Sudáfrica, surgió la oportunidad de hacer trabajo voluntario en el Zululand Rhino Orphanage, donde actualmente se cuidan a cuatro rinocerontes blancos (Khula, Makhosi, Mpilo y Banoyi), dos hipopótamos (Charlie y Moomin) y dan seguimiento a dos rinocerontes negros ya liberados, (Nandi y Storm), todo con el sostén de las donaciones que reciben.
Hoy en día Leno alimenta a los rinocerontes, limpia sus contenedores, los saca a caminar en las tres y media hectáreas que tiene el orfanato y da seguimiento a su cuidado médico (con ayuda de veterinarios expertos).
La mexicana está ahí no solo por cumplir su su sueño, sino porque los rinocerontes están en alto peligro de extinción.
Tan solo en 2017 fueron reportadas mil 28 muertes de rinocerontes por la caza furtiva. ¿La razón? Sus cuernos. Según la organización TRAFFIC, una red de monitoreo del comercio de vida silvestre, en el mercado negro un cuerno de rinoceronte puede venderse en 60 mil dólares por kilo, un equivalente de 500 mil dólares por el cuerno completo; más caro que el oro o que la cocaína en algunos mercados.
A nivel mundial, los principales destinos de venta son China y Vietnam, por la existencia de una creencia que asegura que los cuernos contienen ingredientes que pueden curar el cáncer y otro tipo de enfermedades.
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