Por: Eduardo Pérez y Cristian Ruiz
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Censura, despidos injustificados, amenazas y hasta desapariciones y muertes es el riesgo que sufren a diario algunos profesionales del periodismo y las comunicaciones en Michoacán. Según los datos, se trata del segundo estado más peligroso para ejercer el oficio en el país.
Así se desprende del "Estudio sobre el cumplimiento e impacto de las recomendaciones generales de la CNDH 2001-2017", elaborado en 2018 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y de la página web articulo19.org, especializada en los problemas que enfrenta la libertad de expresión en el país.
De 24 periodistas desaparecidos entre 2003 y 2017, seis son de Tamaulipas, cuatro de Veracruz y cuatro de Michoacán. "En estas tres entidades, junto con San Luis Potosí y Nuevo León, se produce hasta el 70% de las desapariciones de comunicadores", indica el informe. Los desaparecidos en el estado son José Antonio García Apac, Mauricio Estrada Zamora, Ramón Ángeles Zalpa y María Esther Aguilar.
Respecto de las ciudades michoacanas en donde más ocurren amenazas a la labor periodística, en su libro "Periodismo en Michoacán, Bajo Riesgo", el conocido periodista local Raúl López Téllez identifica municipios de la Tierra Caliente como Tepalcatepec y Múgica; de la Meseta Purhépecha, como Paracho y Uruapan; y de la Costa, principalmente Lázaro Cárdenas.
Según López Téllez, desde el 2002 Michoacán entró a una escalada de violencia por la presencia y recomposición de los cárteles del narcotráfico. Desde aquella época, indica, "comenzaron las llamadas de criminales a las redacciones para pedir que no se publicaran algunos hechos o datos, o incluso desde oficinas de gobierno".
Según artículo19.org, en 2018 en Michoacán hubo al menos tres hechos de distintas características que implicaron agresiones directas o indirectas al ejercicio periodístico. El 12 de febrero de 2018 un medio fue denunciado penalmente por ataques contra el honor por parte de un edil. El 23 de junio de 2018, en Ocampo, el periodista Bertín González fue detenido, golpeado y despojado de su equipo de trabajo. Y el 13 de septiembre, el periodista Jorge Luis Ostria Vera fue por policías estatales de Michoacán mientras transmitía en vivo el desalojo de una protesta de la CNTE en la localidad de Tenencia de las Guacamayas, en el municipio de Lázaro Cárdenas.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) reportó a este medio que en 2017 se presentaron 12 quejas, y en 2018 un total de 4, contra autoridades estatales y municipales por presuntas violaciones a derechos humanos. Los principales conceptos fueron discriminación; violación al derecho a la legalidad y seguridad jurídica; violación a derechos laborales; y hostigamiento durante el ejercicio periodístico.
A nivel nacional, durante 2017 México fue considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, según un reporte del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ). Las cifras situaron al país al nivel de otros como Irak Afganistán, Siria y Filipinas, considerados entre los más violentos del mundo.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16, de la Organización de las Naciones Unidas exige garantizar el acceso público a la información y la protección de las libertades fundamentales, y los considera una clave para lograr la paz y la justicia a nivel mundial.
La entidad no está ajena a las formas más sutiles para impedir que la información llegue a la sociedad civil. Los casos de los periodistas locales Adid Jiménez y Cecilia Sierra lo confirman.
"El 8 de septiembre del 2006 Felipe Calderón Hinojosa visitó Morelia como presidente tras dos meses de las elecciones" comenta Adid Jiménez. "Los ánimos aún estaban crispados, porque entonces Andrés Manuel López Obrador reclamaba fraude. El departamento de fotografía del medio en que trabajaba hizo 'milagros' logísticos para tener la cobertura y captamos las múltiples protestas en torno al presidente.
"Concluida la cobertura regresamos con mucho material sobre las protestas. Cada fotógrafo se esforzó por elegir sus mejores imágenes en una sana competencia por ganar la primera plana del día siguiente. El entusiasmo se convirtió en decepción. 'Alguien' habló con los directivos del periódico: la orden fue resaltar lo tranquila y productiva que fue la visita y minimizar las protestas.
"Ante la decisión de los directivos del periódico obtuvimos un premio de consolación: nos contactaron de Excélsior, ya que requerían fotos de las protestas que sus enviados no pudieron cubrir por la logística. Al día siguiente nuestras fotos ilustraban la primera plana de un medio de circulación nacional, mientras que en nuestro propio medio el esfuerzo fue minimizado".
En su caso, Cecilia Sierra acusa presiones de parte del exedil Afonso Martínez Alcázar.
"Empecé en la prensa en 2015, siempre en el mismo medio. Entonces tuve una situación ríspida con el Ayuntamiento de Morelia.
"Lo primero que hicieron cuando empecé a tocar temas 'incómodos' fue bajar mis notas por órdenes de la directora de Comunicación Social, Miriam Alarcón. También obtuve un regaño de mis jefes. Al parecer en el departamento de Comunicación Social creían que evidenciar carencias en seguridad y problemas del municipio afectaba la imagen del alcalde.
"Con el tiempo me sentí halagada: mi información era relevante. Pero las intimidaciones continuaron: un día me avisaron mis jefes que ya no cubriría la fuente de Ayuntamiento, sino policiaca. Entre los reporteros sabemos que cambiarte a una fuente de ese tipo es una forma sutil para hacer que te vayas…
"El Ayuntamiento siguió tras de mí incluso a nivel personal. A través de mis redes sociales relaté un incidente con la entonces presidenta honoraria del DIF Paola Delgadillo; eso me valió un regaño de mis superiores… Desde entonces me hice más cautelosa, reduje más mi círculo de contactos en redes sociales y, por fortuna, acabó el hostigamiento".
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El factor censura
En un sentido amplio, la censura es el uso del poder para controlar la libertad de expresión. En tanto, la autocensura ocurre cuando una persona o grupo condiciona o modifica lo que realmente pretenden expresar por temor a las consecuencias negativas.
Según la CEDH, la UNAM y diversos especialistas, en México se practican las dos.
"En México las relaciones entre el poder y la prensa han sido tortuosas y perversas. El periodismo resultante no tiene espíritu crítico, realiza un pobre análisis de fondo y está dirigido al gobierno o líderes de opinión, y sólo a veces a la sociedad civil. La solución pasa por una prensa dirigida a la sociedad civil y a los lectores, no al poder" indica René avilés, Investigador-Docente del Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Mientras tanto, en la práctica en el país no hay medidas para proteger a periodistas. En agosto de 2018 el Fondo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas anunció que ya no quedaban recursos para realizar su labor, lo que motivó a la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos a llamar al gobierno federal a redestinar los fondos necesarios.
Los críticos de la relación entre el poder y el estado acusan formas más sutiles de control. Un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad sostiene que en 2018 los periodistas mejor pagados por el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto fueron Joaquín López Dóriga, Federico Arrela, Oscar Mario Beteta, Raymundo Rivapalacio, Ricardo Alemán, Pablo Hiriart, Jorge Fernández Meléndez, Rafael Cardona, Adela Micha y José Cárdenas.
CIFRAS
4 periodistas permanecen desaparecidos en Michoacán desde 2003
24 periodistas permanecen desaparecidos en el país
16 quejas ante la CEDH presentaron periodistas locales entre 2017 y 2018
