Por: Andrea Hernández/@andy_hermar
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En México y en Michoacán existe una crisis en derechos humanos a raíz de la no atención de problemas básicos como el reconocimiento de las víctimas como tal, refirió en conferencia el maestro Emilio Álvarez Icaza Longoria, quien fuera secretariado ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Como parte de la ponencia "La responsabilidad del Estado Mexicano en la crisis de derechos humanos en la actualidad", que presentó en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) narró la experiencia de una mujer michoacana cuyo esposo, quien era parte de las fuerzas policiacas, fue desaparecido y a ella no se le ha brindado el apoyo ni el reconocimiento como víctima.
"La señora ha tenido que ir a buscar a su esposos en fosas clandestinas, hay realidad e historia en este estado que continúa lastimando a su sociedad, hay personas que tienen miedo de tener éxito por temor a que los secuestren o desaparezcan, eso es una crisis de derechos humanos porque no viven a plenitud porque además la gente no denuncia porque no sabe si está hablando con el extorsionador", comentó.
Hizo referencia además a la reunión de titulares de Seguridad Pública que se realizó a tan sólo unos metros en el Centro de Convenciones de Morelia, "me parece que tienen que repensar el modelo, la medicina parece tan mala como la enfermedad, la gente sigue, después de años, sin tener confianza en las Policías, no tenemos Policías profesionales, no tenemos Policías transparentes ni capacitadas", y refirió que según los indicadores del INEGI sólo el 13 por ciento de los michoacanos confían en la Policía.
Álvarez Icaza Longoria añadió que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó que la Gendarmería recibió 2 mil 300 millones de pesos para la realización de 10 mil acciones, de las cuales sólo se registraron 75, "no hicieron las otras, no las reportaron, no sabemos que pasó y así no se puede evaluar si los controles de confianza funcionan, no basta que se gasten el dinero basta que se den resultados".
Ante esto dijo que es necesario trabajar en un modelo de seguridad ciudadana "donde los ciudadanos no sean adorno y foto de los gobernantes como confeti. El confeti alegra el desfile, pero no cambia nada, no pueden seguir pensando que la participación ciudadana es para legitimar sus decisiones".
El expresidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Distrito Federal, mencionó además los hechos en Cherán y Tanhuato, donde las investigaciones en torno a presuntos abusos de la fuerza pública han quedado truncadas como "dos ejemplos de impunidad y de violencia institucional, no pueden pasar hechos de violaciones graves de esa naturaleza y no sepamos quiénes fueron y cómo fueron".
Finalmente dijo que si bien es necesario impulsar la corresponsabilidad social en el tema del cumplimiento y respeto a los derechos humanos, aunque dijo no se debe olvidar que la garantía de la seguridad y de los derechos es un obligación del Estado "a los gobernantes les pagamos, tiene que hacer su tarea y me parece que no la están haciendo, se preocupan más por protegerse a sí mismos que proteger a la gente, ellos andan siempre con escoltas".
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