Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Dos años antes de la matanza estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, hubo una agresión policial a estudiantes de la Universidad Michoacana en Morelia. De ese incidente falleció el 2 de octubre de 1966 un alumno; días después, elementos del Ejército "tomaron" el Colegio de San Nicolás y hubo varios detenidos, incluido el poeta Ramón Martínez Ocaranza.
Todo empezó ese segundo día del décimo mes de 1966. Gobernaba el estado Agustín Arriaga Rivera y varios alumnos nicolaitas decidieron realizar un mitin vespertino en una de las plazas del Centro Histórico moreliano, en rechazo por el alza en tarifas del transporte público; pero antes un grupo de "porros" les arrebata el equipo de sonido, aun así realizan la protesta.
Posteriormente encabezan una marcha, donde se encuentran a quienes les quitaron su equipo de sonido, y éstos dicen que se encontraba en oficinas de la Policía Judicial, atrás de Palacio de Gobierno, sobre la calle Melchor Ocampo, donde actualmente se ubican las oficinas de la Dirección de Información. Al acudir al lugar, luego de un tiempo se desata la agresión de policías, con disparos de arma de fuego, de los cuales uno provocó la muerte del estudiante Everardo Rodríguez Orbe.
Ante ese incidente, los jóvenes se organizaron y a su demanda de no aumento a tarifas del transporte, se unieron las de castigo a responsables del asesinato de su compañero y la "desaparición de Poderes" en Michoacán. En los días siguientes hubo mucha presencia policiaca y militar.
Llegó el 8 de octubre del mismo año. Militares se apoderaron del emblemático Colegio de San Nicolás y de otras instalaciones universitarias. Se dieron muchas detenciones, una de ellas del poeta michoacano Martínez Ocaranza, profesor en la hoy denominada Preparatoria Uno, quien días atrás pronunciara la oración fúnebre en el sepelio de Everardo Rodríguez.
Sin embargo, asienta en su Autobiografía, luego de ese acto en el Panteón de Morelia, con sus rodillas hinchadas por un ataque de artritis, cayó en cama y desde ahí recibía las noticias, como la toma de las sedes universitarias. Después, elementos de la Policía Judicial fueron a su casa -cerca de San Nicolás-, para detenerlo, con la consigna: "¿Dónde están las armas?", que supuestamente tenía en el domicilio.
"Al salir a la calle para subirme a una camioneta, vi que la Avenida Madero estaba llena de soldados. Me llevaron al cuartel de la XXI Zona Militar. Al llegar al patio me bajaron en peso y me arrojaron en un catre de una de las galeras, que estaba llena de muchachas y muchachos estudiantes detenidos.
"¡Qué decepción deben haber sufrido los soldados al ver llegar a un inválido! Cuando ellos estaban preparados para enfrentarse con guerrilleros cubanos, rusos y chinos, según la versión propalada por el Gobierno del Estado. Estaban preparados para enfrentarse contra un complot del comunismo internacional contra el Gobierno de México. Deben haber sentido una gran decepción al ver que sólo se trataba de unos inermes estudiantes, que no tenían más armas que sus libros y sus libretas y con uno, al que suponían peligroso líder, que no podía caminar y al que tuvieron que arrojar a un catre", señala en su Autobiografía, publicada en junio de 2002.
Ahí pasó el docente y hombre de letras varios días de "crudelísimos dolores", sin medicinas, "con un gran esfuerzo, pero al mismo tiempo con gran satisfacción, para no darles a mis torturadores el gusto de oír mis quejas".
Fue acusado de los delitos de robo, daño en las cosas, amenazas, sedición y conspiración. Sobre robo, el argumento fue que se había apoderado de un camión de transporte urbano y a través de él dirigirse al "asalto" de dos cooperativas transportistas, así como de una radiodifusora. Sin embargo, no sabía manejar y entonces estaba convaleciente en su hogar.
Las otras denuncias fueron arrancadas a estudiantes por los policías, a condición de obtener su libertad.
Para el 16 de octubre de 1966, trasladaron a 14 universitarios al penal de Morelia, entre ellos el poeta originario de Jiquilpan, su esposa Ofelia Cervantes y Efrén Capiz Villegas, posteriormente líder de la Unión de Comuneros Emiliano Zapata (UCEZ), fallecido en 2005.
"Entramos a la crujía que nos tocó, en otoño, cuando comienza el frío en Morelia. Una pequeña ventana de mi celda, la única que me dejaba ver al exterior, enmarcaba una pendiente pelona del cerro de Punhuato, con sólo dos arbolitos. Por allí se colaba el frío, que para mí que estaba enfermo era muy molesto. Le solicité al Director que mandara poner los vidrios y que yo los pagaba, pero no lo hizo. Hay que aguantar", apunta.
Tras salir de la cárcel, al paso de tres meses, Martínez Ocaranza se encontró con que estaba suspendido como profesor de la Universidad Michoacana. Sólo a los dos años, cuando culminó el sexenio de Arriaga Rivera y llegó a la gubernatura Carlos Gálvez Betancourt, pudo retomar al Colegio de San Nicolás hasta su jubilación.
