Si no consumo lácteos, ¿de dónde obtengo el calcio?

Si no consumo lácteos, ¿de dónde obtengo el calcio?

Seguramente ya a todos nos ha llegado información de alguna fuente fidedigna, o no tan confiable, sobre el consumo de lácteos y sus consecuencias negativas en nuestro organismo y en la salud. Y seguramente a muchos esta información nos ha despertado muchas dudas sobre el tema; una de las que a mí me han preguntado mucho es: ¿Cómo voy a dejar los lácteos si son la principal fuente de calcio en una dieta? ¿De qué forma voy a lograr que mis hijos o mi familia obtengan la cantidad adecuada de calcio todos los días?

Sabemos que los lácteos como el queso, leche, crema y yogurt suelen estar presentes en muchos de los alimentos que nos gusta preparar todos los días; la mala noticia es que los lácteos están vinculados con muchas enfermedades, principalmente inflamatorias; son precursores también de la proliferación de bacterias y hongos, por lo que producen exceso de mucosidad, son detonadores de alergias y además acidifican nuestro organismo, y un organismo con un pH ácido no es considerado saludable.

Muchos de ustedes seguramente ya tenían esta información en sus manos, pero seguramente no ha llegado a tus manos la información que necesitamos para complementar el calcio que supuestamente obtenemos de los lácteos y que tanto nos preocupa, pues obviamente nadie quiere una descompensación de este mineral tan importante que constituye nuestros huesos, uñas y dientes, principalmente, y que juega un papel muy importante en diversas funciones vitales.

Es por todo lo anterior que decidí compartir en esta columna algunos alimentos que son de origen vegano que contienen más calcio que un vaso de leche y que muchas veces los pasamos por alto, y podemos empezar a consumirlos de manera más habitual:

1 taza de leche de almendras, de preferencia casera: perfecta para beberla o usarla en tu cereal de la mañana.
2 tazas de col rizada o kale: perfectas para una ensalada abundante.
2 cucharadas de mantequilla de almendras untable: puedes usarla en un pan o sobre alguna fruta.
1 taza de avena: es una buena manera de empezar el día.
2 cucharadas de ajonjolí: puedes agregarlo a un licuado, avena o en una ensalada.
1 taza y media de frijoles o lentejas: perfectos como complemento en la comida o como plato principal.
Higos: excelentes como postre o para el hambre de media mañana.
Jugo de naranja: con moderación, pero puedes incluirlo como base en un jugo verde.

Ahora ya podemos empezar a disminuir el consumo de lácteos y a incluir en nuestro día más de estos alimentos que te darán una buena dosis de calcio para cubrir deficiencias y para prevenir su déficit a futuro.

Si tienes alguna duda o comentario sobre esta información, contáctame en mi correo esquivelmariaisabel@yahoo.com, o en Facebook: Trofología y Alimentación Consciente.

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