Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- "No queremos que nos festejen por morir, cuídenos cuidándose, porque cuando lleguen al hospital van a necesitar un médico, ni el mesero, ni el barman que los atendió en Noche de Muertos va a hacer algo por salvarles la vida", señaló el doctor Jorge Vázquez Palacios, que atiende de primer contacto en el Centro Zamora Valencia.
Seguro de su vocación de servir y de que la medicina es la profesión de su vida, el egresado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y maestro en Salud Pública, relata su experiencia de cómo ve llegar a los pacientes con fiebre, y sin alcanzar el aire para respirar, la sensación de ahogo hasta que les suministran el oxígeno que a veces ya resulta insuficiente ante el avance del Covid-19 en el cuerpo humano.
Aún y cuando Michoacán ha mantenido un comportamiento epidemiológico de meseta gracias a las acciones implementadas en la entidad, la movilidad social registrada durante la celebración de Noche de Muertos, sobre todo en Morelia, -epicentro actual de la epidemia-, vislumbra un alto riesgo de repunte en el número de casos positivos que podría repercutir negativamente en la ocupación hospitalaria.
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