No soy chivatón, solo que no me dejo

No soy chivatón, solo que no me dejo

En México tenemos muchas palabras y términos a los que les damos un sentido distinto cuando queremos trasmitir una idea específica. Uno de esos términos es el de "chivatón" que se le nombra así a la persona que acusa a alguien ante una figura de autoridad. Aplica igual si un niño de primero de primaria acusa a otro con la maestra a si un adulto acusa a otro con el jefe.

Pero no siempre se le puede decir chivatón a alguien que acusa a otro ya que cuando la denuncia se refiere a una injusticia o la violación de un derecho entonces esa acusación estaría fundamentada.

Esto aplica en términos jurídicos cuando un trabajador denuncia a su patrón porque no lo tiene dado de alta ante el IMSS o si lo despide injustificadamente o cuando alguien está violentando tus derechos y recurres a la autoridad correspondiente para solicitar el apoyo.

En términos fiscales se pueden dar esas violaciones a tus derechos de varias maneras y una de ellas es cuando al realizar la contratación de un servicio o la adquisición de un producto el proveedor te dice que no te puede dar factura.

Ahora con tanto seguimiento y supervisión fiscal que tiene la Secretaría de Hacienda por medio de su golpeador a sueldo llamado el SAT todos debemos de tener cuidado que nuestros ingresos y nuestros gastos sean comprobables. Adicionalmente con la implementación de estímulos fiscales como la deducción de servicios profesionales de Nutrición o Psicología los contribuyentes requieren, cada vez de manera más frecuente, una factura deducible que ampare el gasto que hicieron en estos rubros.

No es secreto que los profesionales de la salud, en todas sus ramas, se encuentran entre los más "beneficiados" de una laxitud fiscal y es por eso que el SAT trae una campaña de supervisión con ellos para asegurarse de que si están declarando todos los ingresos que perciben.

Es súper común que, cuando un paciente va con el doctor, saliendo le pide el recibo de honorarios y lo primero que recibe es una mala cara aunque algunos médicos definitivamente dicen "uy no, yo no tengo recibos".

El SAT, desde hace un tiempo, se dio cuenta que la mejor manera de tener a los contribuyentes bajo el radar no es cuidarlos uno por uno sino generar que entre nosotros nos echemos de cabeza y lograr una red de "espías involuntarios" en todo el país.

Con este espíritu el SAT te dice que, si realizaste una compra o la contratación de un servicio (incluidos los médicos), debes solicitar tu factura si deseas deducir dicho gasto. Pero si te topas con que no te quieren dar esa factura que tú necesitas entonces te estarían violando tus derechos fiscales y en este caso lolita te dice que no te preocupes, si no te quisieron dar una factura tú mismo te la puedes generar en esta liga:

Para generarte la factura del gasto que hiciste solo ocupas el RFC, el nombre y el domicilio de a quien le compraste y/o pagaste. Al final te piden que describas el producto o servicio que adquiriste y la forma en que lo pagaste. Con esto te generarán la factura que ocupas y el SAT contactará a la persona o empresa que te negó la factura y ahí vas a ver que hasta el color le va a cambiar.

Si bien tal vez tengas sentimientos encontrados respecto de echar de cabeza a alguien con Lolita pero cuando tu pago de impuestos depende de las facturas que metes es cuando te toca decidir si los impuestos los pagas tú o los paga tu proveedor quien es al final es el que recibió el pago.

Si tienes alguna duda específica que quieras resolver o tema que quieres que platique en este espacio pregúntame en mi correo inteligenciaenfinanzas@gmail.com, a mi twitter @RockBrokers o en www.facebook.com/rockbrokers/

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