De acuerdo con las estadísticas, la expectativa de vida de los negocios en nuestro país es desalentadora. El 75% de los emprendimientos mexicanos cierra antes de cumplir los dos años de haber nacido, según el Inegi, y en un alto porcentaje es debido a una mala administración.
Esta mala administración, en ocasiones se da desde el arranque del emprendimiento, cuando el emprendedor, sin previo análisis, comete el error de recurrir a fuentes de financiamiento que le resultan muy caras y difíciles de cubrir durante la etapa de arranque del nuevo negocio.
El 65% de los emprendimientos en México fracasan por no tener ingresos suficientes para subsistir y 38% tiene problemas de financiamiento, de acuerdo con un estudio de The Failure Institute.
Por ello, para impulsar la creación de una mipyme o su expansión, es fundamental elegir el préstamo más conveniente, con el fin de evitar que a la larga se convierta en una pesadilla y ocasione la muerte del negocio. Te comento de algunas alternativas de financiamiento, adicionales a las ya conocidas.
Iniciamos con la primera vía de financiamiento, la triple F, que se conoce en inglés con el término Friends, Family and Fools (Amigos, Familia y Tontos). Se usa para la constitución de la empresa en sí y se da cuando un emprendedor inicia su negocio sin recursos y sin un historial crediticio que lo respalde, por lo que inicia gracias a la ayuda de su familia y amigos.
En este caso, debes considerar que, si bien puedes obtener los recursos rápidamente y generalmente sin pagar intereses, por la misma cercanía, tu familia o amigos pueden querer intervenir en tus decisiones de negocios, aún sin tener experiencia.
Otra alternativa actual es el crowdfunding o crowd investment, que consiste en plataformas en donde puedes publicar tu proyecto. Si lo aceptan, se publica para que gente pueda invertir en él. Las opciones se dividen en plataformas de deuda, inversión de capital, recompensas (servicios o productos), incluso en donaciones, y los montos de inversión total son de hasta 2 millones de pesos. Existe el riesgo de que tu negocio no despierte el interés que tú tienes previsto.
Otra opción es la de Capital Semilla y Ángeles Inversionistas, que consiste en particulares que quieren ayudar al ecosistema emprendedor. También se les conoce como Smart Money o Dinero Inteligente, ya que, además de que invierten dinero en tu empresa, aportan consejos, asesoría y talleres para abrir puertas a los nuevos proyectos.
Una más es el Capital de Riesgo o Venture Capital, se trata de fondos que invierten en startups en fase de crecimiento, cuyo potencial y riesgo son altos. A cambio entregan un porcentaje accionario del emprendimiento. En este caso el peligro es que puedes negociar en condiciones desfavorables para ti y terminar cediendo un porcentaje amplio de tu empresa.
Amigo lector, si tu intención es emprender, analiza bien todas las opciones de crédito disponibles antes de tomar una decisión.
