Quiero hoy hablar del inicio de noviembre, juntando dos fechas importantes que tenemos, el día primero, el Día de Todos los Santos, y el día dos, la celebración de los fieles difuntos.
Recordemos que el llamado principal que tenemos en nuestra Iglesia Católica es el de amar a la Santidad, y el 1 de noviembre honramos, celebramos a todos aquellos hermanos que han vivido la fidelidad de Cristo, también del evangelio, y que reconocemos como todos los santos.
En ellos encontramos a los sacerdotes, a los obispos, a los catequistas a los niños, a los jóvenes, a los adolescentes que esperemos estén gozando de Dios y que son los santos que nos sirven de modelo e interceden por nosotros, junto a ellos el día 2 celebramos la fiesta de los fieles difuntos que de una manera especial nos hace consientes de la realidad de la muerte que todos vamos caminando hacia la salvación y hacia la vida eterna y un día moriremos.
La muerte de nuestros seres queridos nos hace comprender la resurrección de Cristo y nos hace prepararnos para que estemos dispuestos el día que nos llegue la muerte.
Que en este sentido, unamos la fiesta de todos los santos con la fiesta de los fieles difuntos y nosotros experimentemos el llamado que Dios nos hace para ser santos.
En la fidelidad de Cristo, en la vivencia del Evangelio y hoy oremos por nuestros difuntos y encomendémonos a todos los santos.
La bendición descienda sobre ustedes. Amén.
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