A inicios de este año varios países tuvieron conocimiento de los riesgos que podrían enfrentar sus territorios tras la presencia de la pandemia por el Covid-19, bajo esta amenaza no todos implementaron medidas preventivas.
En Estados Unidos de Norteamérica, gobernado por Donald Trump, Brasil por Bolsonaro y México por Andrés Manuel López Obrador, los presidentes se han caracterizado por tener algo en común, que es demeritar todo lo que les estorba para gobernar y en especial carecen de liderazgo para hacer frente a las crisis sanitaria, hoy son justamente estos países quienes se encuentran peor evaluados frente al coranavirus, pues su mal manejo de la pandemia los ha llevado a tener las mas altas cifras de defunciones y contagios por Covid-19, frente al resto del mundo.
Al corte de este miércoles 12 de agosto, Estados Unidos alcanzaba las 165 mil 531 defunciones por coronavirus, Brasil 103 mil 026, y México 53 mil 929.
El presidente Andrés Manuel López Obrador no ha entendido su papel frente a la crisis que enfrenta el país, en especial la sanitaria, por ser quién está al frente de la gobernabilidad deberá ser quién lidere las medidas para la protección y contención del coronavirus, pero su desdén e irresponsabilidad han originado que gran parte del país, al igual que él, no acaten las recomendaciones de salud, no ha entendido que él con su ejemplo podría ayudar a que la población tome enserio las medidas sanitarias.
Este desinterés de López Obrador ha llevado a que algunos gobernadores han tenido que implementar sus propias estrategias de contención y atención a la pandemia, como es el caso del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, que aunque ha sido criticado, especialmente por la oposición política, dos casas encuestadoras lo mantienen como el mejor evaluado por las acciones para hacer frente al Covid-19.
De acuerdo a los resultados de la Consultora Mitofsky la calificación de aprobación de Aureoles Conejo en mayo era de 32 por ciento, para julio ya alcanzaba el 38.5 por ciento de aceptación de la población, su aprobación incrementó 6.5 por ciento.
En el caso de la Encuesta México Elije de este mes, el gobernador de Michoacán se ubicó como el cuarto mandatario del país mejor evaluado por el manejo de crisis del coronavirus.
En dicha encuesta, que se levantó del 3 al 9 de agosto con más de 23 mil entrevistas, Aureoles Conejo obtuvo el 78 por ciento de aprobación, mientras el más alto cuenta con un 80 por ciento de calificación que es el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién.
Las evaluaciones son un termómetro que permiten conocer el interés de la población, si se está o no de acuerdo con un tema, o si una acción es bien aceptada por la ciudadanía, y para medir el trabajo del gobierno, que fue el caso del gobernador, donde los michoacanos le han otorgado su confianza en el manejo de la crisis sanitaria.
Muy aparte se debe analizar el tema de los municipios, donde en algunos, hace falta mayor seriedad, sí los presidentes municipales no se suman a la medidas sanitarias o lo hacen a medias, se pone en riesgo a la población.
Como el caso de los alcaldes morenistas de Lázaro Cárdenas, Itzél Camacho y del presidente Municipal de Morelia, Raúl Morón Orozco, respectivamente, cuyas ciudades se han convertido en el epicentro de la pandemia estatal, debido al incremento constante de casos; Morelia ha llegado a los cerca de dos mil contagios, con mil reportes debajo del municipio de Lázaro Cárdenas que registra cerca de de tres mil.
Los resultados han tomado relevancia por el desinterés que ha manifestado y difundido el alcalde moreliano hacia las medidas de protección sanitaria, ello ante la necesidad de seguirse posicionándose de cara a las elección a la gubernatura el próximo año.
No es de extrañarse que, cuándo le conviene porta cubrebocas, autoriza la apertura de bares y centros de recreación contrario a lo establecido por la autoridad estatal, además de realizar informes de gobierno presenciales de forma regional y con cuórum ciudadano, cuándo la propuesta del ejecutivo y de la Secretaría de Salud del Estado es realizarlas de forma virtual, debido al incremento de casos y muertes por coronavirus.
La responsabilidad de los gobernantes es realizar políticas públicas en beneficio y protección de quienes representa, pero estás no tendrán resultado, sin la suma y el esfuerzo de todas y todos.
Ojalá que los intereses políticos y aspiraciones personales de muchos consideren el beneficio de la población en general, porque será muy lamentable que por sus ambiciones personales pongan en riesgo a los ciudadanos que aún estamos en espera de los resultados de promesas de campaña.
