Cambiar las ventanas, renovar la cocina o dar una nueva distribución a una parte de la casa son algunas de las obras más frecuentes que se suelen realizar en el hogar. Se pueden realizar desde remodelaciones integrales hasta algunas más sencillas, como por ejemplo pintar paredes. Pero antes o después, todas las viviendas las necesitan por cuestiones de mantenimiento.
Existen muchas razones para plantearse hacer una remodelación, que pueden ir desde la pura necesidad hasta hacer cambios que permitan disfrutar más de la casa. Hay que tener en cuenta además que, con el tiempo, las estancias de la vivienda tienen usos distintos, a lo que hay que añadir que cada familia es diferente y tiene sus propias condiciones.
Los expertos recomiendan realizar una lista detallada de las carencias que presente la vivienda, es decir: qué se echa en falta, qué sobra o qué podría mejorar, por ejemplo. Hay que intentar pensar no solo en el presente sino en el futuro.
Una vez hecho este listado, el siguiente paso sería entrar en contacto con empresas que puedan realizar la remodelación, tratando de comparar entre todas ellas para dar con aquella que mejor pueda realizar la obra.
La empresa elegida debe realizar un proyecto detallado y encargarse tanto de la dirección de la obra como de la coordinación de los distintos gremios implicados en la misma. En un primer momento esto puede parecer caro, pero lo cierto es que a la larga puede llevar a ahorrar no solo dinero, sino también tiempo y sobre todo, bastantes dolores de cabeza.
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La idea consiste en adaptar la distribución de la casa a las necesidades reales de las personas que viven en ella. Los espacios amplios son especialmente bien valorados, razón por la cual puede ser un gran acierto fusionar salón, cocina y comedor, por ejemplo.
Dos de las estancias más renovadas en las casas son el baño y la cocina. Es fundamental saber cuál es el uso que se hace de cada una de ellas, para así adecuar su distribución a lo que la familia necesita.
Hay que tener en cuenta que la cocina es hoy en día una un lugar en el que no solo se cocina, sino en el que también se hace vida en familia y se comparten muchos momentos. Por ello puede ser una gran idea renovarla en función de las posibilidades que se tengan, integrando un pequeño comedor o una barra. Y si se puede ganar una isla en mitad de la misma, mucho mejor.
Con respecto a los baños, uno nuevo suele transmitir mucho más, dando valor a la casa. Es muy importante que esté bien diseñado, con materiales de calidad que puedan resistir el paso del tiempo, y que respete todas las normas de seguridad.
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