Excelente día tengan todos ustedes, amigos lectores de MiMorelia.com. En esta ocasión escribo de un tema sobre el cual se dan pláticas recurrentes entre grupos de amigos, quienes coinciden en que algunos de los factores que influyen de manera fundamental para que una empresa alcance el éxito son el liderazgo y la conformación de un adecuado equipo de trabajo.
Para que el equipo de trabajo funcione adecuadamente, es indispensable motivar de alguna manera a los empleados, ya que un trabajador motivado es mucho más productivo y eficiente. Numerosos estudios muestran que el afecto es una forma efectiva de mostrar agradecimiento y admiración por alguien.
Sin embargo, tú no necesitas grandes gestos para mostrar a tus empleados que los aprecias. A veces son las pequeñas cosas cotidianas las que más importan, los pequeños detalles que hacen la gran diferencia.
Una buena idea es que tengas contacto más directo con tus empleados de manera regular, y les permitas compartir lo que están haciendo o trabajando, lo que puede dar como resultado una retroalimentación equilibrada.
Los elogios son significativos, pero los trabajadores también quieren saber en qué pueden mejorar. Lo importante es que no les des ambos tipos de retroalimentación a la vez: separa claramente lo positivo de las áreas de oportunidad y aquello que necesita mejorarse.
Ofrecer oportunidades de crecimiento es otra forma de mostrar a los empleados que son respetados y valorados, para que sepan que en su empresa encontrarán alternativas para desarrollar su potencial.
Existen dos frases mágicas: gracias y por favor. Cuando agradeces a un empleado su esfuerzo, él sabrá que te diste cuenta que lo realizó y se sentirá motivado a continuar haciéndolo. Cuando pides las cosas por favor creas un ambiente de respeto, lo cual es ampliamente valorado en el mercado laboral.
Pregúntale a tus empleados acerca de su familia, sus hobbies, su fin de semana o de sus eventualidades. Muestra un genuino interés por lo que te dice, así sabrá que reconoces que, más allá de ser un empleado, también es una persona.
Un detalle que la inmensa mayoría de trabajadores te agradecerá es que, en la medida de lo posible, les ofrezcas un horario flexible durante las fechas especiales e incluso diseña actividades recreativas durante las festividades, tales como convivencias, intercambios o rifas de regalos.
Una buena idea es instalar, en un lugar transitado de la empresa, una especie de periódico mural a través del cual tus empleados se comuniquen entre sí para realizar actividades extras, como la recolección de alimentos o ropa para algún evento de caridad, la visita a un parque ecológico o comunicar que fueron ganadores de un concurso. Así fomentarás que sean reconocidos no sólo por ti, sino también por sus compañeros.
Puedes compensar con algún tipo de bono cuando tus empleados se esfuercen de manera extraordinaria por sacar un proyecto adelante. Esto les comunicará que la empresa comparte con ellos su éxito.
Hazles un regalo ocasionalmente, pero en el que se note que conoces sus gustos e intereses. Por ejemplo, si sabes que le gusta ejercitarse, regálale algo relacionado con el gimnasio o el deporte; si les gusta la literatura, un libro; si les gusta el cine, boletos de entrada. Esto ayudará a crear vínculos más estrechos y elevar el nivel de confianza.
Por último, una sugerencia es que hagas de la apreciación un hábito. Intenta incorporarlo en tus rutinas regulares, quizás pasando los primeros 15 minutos de su semana redactando una nota personal de agradecimiento o iniciando sus reuniones con comentarios sobre los logros de miembros específicos del equipo. Te sorprenderás de la gran diferencia que pueden hacer las pequeñas cosas.
