Dicen que un líder lleva a su gente a donde nunca habría llegado sola. Cuando escuchamos nombres como Mark Zuckerberg, Bill Gates, Tim Cook o su antecesor, Steve Jobs, pensamos en éxito, pero también en liderazgo.
En este tema quizá el cuestionamiento sería: ¿en una empresa quién es el encargado de marcar la ruta, de tener el liderazgo? El responsable de esta labor es el director general o, como se conoce en el mundo de los negocios, el CEO.
En esta entrega haré algunos apuntes de la labor de esta figura, pero también de su mentalidad. Les invito a que reflexionemos juntos sobre el tema, ya que no importa el tamaño de una empresa, el que la encabeza tiene la responsabilidad de mantenerla a flote en todos sentidos.
Habría que iniciar diciendo que el término CEO proviene del puesto de Chief Executive Officer o, como podría conocerse en idioma español, el director ejecutivo, director general, presidente de la empresa o gerente general, es decir, el cargo más alto en el nivel operativo de la empresa.
Las funciones generales de un CEO, además de producir, vender y mantener finanzas saludables, es resolver problemas comunes, dependiendo el tipo de empresa que dirijan, pero en el día a día surgen situaciones y problemas ya sea con la fabricación de productos, quejas de clientes, ausentismo, falta de insumos y mucho más.
En este contexto, todo CEO o director general debe tener claro cuáles son sus responsabilidades directas para no quedarse atrapado en problemas operativos.
Ahora, la perspectiva y la mentalidad de los CEO tiene mucho que ver con el éxito de su empresa, sean o no los fundadores de la misma. Por ejemplo, una constante en el ambiente empresarial son los cambios; oponerse a ellos lleva al estancamiento, por eso el líder de la compañía no sólo debe aceptar los cambios, sino ser promotor de ellos.
Tener actitud de líder y no de jefe es un aspecto fundamental para crecer como directivo. Una de las reglas de los grandes líderes dicta que para triunfar se necesita inspirar con el ejemplo y transmitir energía positiva a sus dirigidos.
La visión de futuro y el poder de planeación son dos características mentales que todo director debe cultivar. Saber balancear presente y futuro es clave en una empresa, y eso incluye las decisiones de presupuesto e inversiones.
Lo más importante: a nivel mundial, los CEO jugarán un papel esencial a la hora de tratar temas como la regulación laboral o la política monetaria, por lo que se involucrarán proactivamente en estas situaciones.
Jesús Melgoza Velázquez
Secretario de Desarrollo Económico de Michoacán
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