Morelia, Michoacán (Boletín).- Menos de 10 por ciento de los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen antecedentes genéticos; en el resto, es decir, la gran mayoría, la patología se presenta de manera esporádica. A mayor edad, mayor riesgo, por lo que se recomienda a personas mayores de 50 años y familiares, detectar los principales síntomas de la patología para solicitar apoyo médico.
Se presenta "temblor de reposo, es decir temblor que se da cuando la persona está descansando su brazo sobre una silla, la cama o su propio muslo, también hay mayor lentitud en los movimientos y rigidez en las articulaciones", dijo el neurólogo adscrito al Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Héctor Alberto González Usigli.
Destacó que otro síntoma se evidencia cuando la persona no puede rodar sobre su propio eje, estando acostado y tiene dificultades para salir de un automóvil o levantarse de cualquier asiento. Su rostro se vuelve "inexpresivo, como si se tratara de un jugador de póker o como si se tratara de una máscara".
La marcha o caminata de una persona con enfermedad de Parkinson, continuó el experto en trastornos del movimiento, se vuelve torpe porque se arrastran una o ambas piernas, disminuye el braceo del paciente, dando la impresión de estar pegado al piso, tiende a irse e incluso dejarse ir hacia adelante, por lo que podrían ser frecuentes las caídas.
Al detectar este cuadro clínico la persona debe recurrir a su médico familiar para ser evaluada y posteriormente derivada a Segundo o Tercer Nivel de Atención, donde expertos en Neurología determinarán tanto el mejor abordaje farmacológico como el estilo de vida más adecuado para el paciente. Los medicamentos, advirtió, no deben suspenderse, tampoco ciertos ejercicios indicados como rutina, por lo que la familia juega un papel muy importante en el proceso.
González Usigli informó que aunque la afección fue descrita hace apenas 200 años por el médico británico James Parkinson, hay datos históricos que sugieren su presencia de sintomatología similar desde el antiguo Egipto. Si bien es cierto, aún no se determina la causa exacta, se cree que epidemias tan importantes como la gripe española han creado cierta predisposición genética en cada generación.
