Por: Alina Espinoza
Guatemala (Rasainforma.com).- La mala comunicación entre la agencia de reducción de desastres y vulcanólogos de Guatemala retrasó el desalojo de pobladores cuando ríos de lava y ceniza caían en las viviendas, admitieron las autoridades.
Empeorando la situación, la lluvia y las nubes dificultaron la observación del flujo piroclástico que descendía rápidamente por la ladera de la montaña.
Pedro Morales, un técnico de campo de la agencia de desastres de Guatemala vio los flujos de lodo y escombros moviéndose a velocidades de hasta 300 kilómetros por hora, por lo que estaban ya cerca de la aldea.
El fiscal guatemalteco comentó que abrirán una investigación sobre si manejaron los protocolos para la toma de decisiones adecuadas en el manejo del desastre.
En la tensa reunión en el Congreso de Guatemala, el jefe del instituto de vulcanología acusó a su homólogo de la Conred, de no prestar atención a los boletines que mencionaba que el volcán estaba en una erupción peligrosa.
Sergio Cabañas, jefe de Conred, aceptó que la orden de evacuación fue lenta, pero culpó a los vulcanólogos de no explicar con detalles de que la situación era peligrosa y sobre que comunidades afectaría.
ZM
