Por: Alma Martínez/@AGabrielaMtz
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Han pasado nueve años; fue un lunes, ellos no lo olvidan. Aún recuerdan ese día como si fuera ayer, así lo dicen sus rostros, sus miradas, llenas de melancolía.
Los funcionarios estatales hicieron acto de presencia en la plaza Melchor Ocampo, esta ocasión coincidieron con los deudos de las víctimas, porque así lo propuso el gobierno estatal.
"No queremos que sea por separado, ellos son los primeros que deben de estar ahí y nosotros recordarle a la sociedad que no volverán a repetirse el trágico hecho" dijo en entrevista con medios un día antes el secretario de gobierno, Adrián López Solís.
Y así fue, la ceremonia inició con los honores a la bandera; la izaron a media asta. Acto seguido, el grupo comandado por el gobernador del estado, Silvano Auroles Conejo, flanqueado por familiares de las víctimas, caminaron a la placa conmemorativa del hecho ocurrido en 2008.
Ahí colocaron una ofrenda floral. Todo fue en silencio. Los rostros de las víctimas y sus familiares decían que no había nada que celebrar.
Hasta la fecha sus demandas no han sido cubiertas, hoy tienen la esperanza de que eso cambie.
Confían en que se apruebe el documento que se acaba de entregar al Congreso del Estado, donde el gobierno del estado solicita una partida presupuestal para aumentar la pensión de los deudos de las víctimas.
Además de que recibieron varias promesas, entre ellas ser atendidos en el tema de salud, así lo refirió Arturo Fernández Rivera, deudo y víctima de los granadazos.
"Hoy nos han dicho que nos van apoyar con revisiones médicas, con alimentación y pues otras cosas, esperamos que no nos fallen han sido siete años de navegar" recordó Fernández Rivera.
No fueron todos los afectados que habían sido convocados, apenas una decena de personas se dieron cita en el acto conmemorativo.
Y como ocurre cada año desde el 2009 y después de que fuera modificada la escena de aquella trágica noche, ellos también recuerdan a sus familiares con gran dolor, no es necesario que lo expresen con palabras sus rostros así lo dicen.
El más pequeño de ellos, con una mueca que simulaba una sonrisa y ante la presencia de los deudos fue el único que se atrevió a encender una veladora en honor, quizá, de la que hoy sería su abuela o quizá su tía, sólo él lo sabrá.
No hubo palabras sólo profundos abrazos entre los familiares y el gobernador del estado.
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